Abogadas Inspiradoras: las Claves Para Escalar en la Profesión y No Morir en el Intento

En una entrevista con Abogados las cuatro argentinas galardonadas contaron su experiencia y la forma en que viven su trabajo como socias de grandes estudios.

 

Latin Lawyer, la prestigiosa publicación legal, publicó una lista de las 50 abogadas más inspiradoras de los estudios de abogados de América Latina, y 15 mujeres inspiradoras que ejercen en grupos de práctica latinoamericanos de firmas internacionales.

 

Cuatro fueron las abogadas reconocidas por sus pares y que recibieron la mención como "Abogadas Inspiradoras" en la Argentina, se trata de Patricia López Aufranc, socia de Marval, O'Farrell & Mairal, Carolina Zang, managing partner de Zang, Bergel & Viñes, María Inés Corrá, socia de M&M Bomchil Abogados y María Gabriela Grigioni, socia de Perez Alati, Grondona, Benites, Arntsen & Martinez de Hoz (h).

 

En una charla con Abogados contaron su experiencia y explicaron también cómo al ejercer una profesión quedurante mucho tiempo estuvo absolutamente vedada a las mujeres fueron encontrando los espacios y los aprovecharon para entrar y hacer carrera en un mundo que hasta no hace mucho era netamente masculino.

 

En la actualidadlas cosas son completamente distintas. La presencia femenina ganó espacio en los estudios y casi todas las grandes firmas cuentan con mujeres que alcanzaron el cargo de socias.

 

Como prueba de esto basta ver el resultado que arrojó otro estudio que Latin Lawyer, llevó a cabo sobre el avance de las mujeres en la profesión jurídica en Latinoamérica.

 

Según la encuesta -que solicitaba a los miembros de las firmas latinoamericanas que aparecen en Latin Lawyer 250, su guía de las principales firmas de abogados de la región- el 49% de los asociados de los estudios de abogados corporativos de América Latina son mujeres, una cifra que cae al 20% en el nivel de socios.

Los resultados demostraron que hubo avances en el continente durante los últimos 10 años: en la encuesta de Latin Lawyer en 2002, el 12% de los socios de la región eran mujeres, cifra que se elevó a 16% en 2006, y que ahora se sitúa en el 20%.

 

El propósito de esta investigación es generar debate sobre la igualdad de género en los estudios de abogados de América Latina.

 

Transmitir Experiencia

 

“Para mí fue una sorpresa muy grata recibir este reconocimiento - me sentí muy halagada y orgullosa de que mis colegas me hubieran votado",  contó Grigioni.

 

Así, Zang agregó que: "Está bueno que tus clientes te reconozcan pero que lo hagan tus pares es mucho más valioso, yo valoro muchísimo la buena relación entre colegas".

Todas coincidieron en que el hecho de ser "Abogada Inspiradora" refiere a poder establecer buenos contactos con colegas y formar abogados, generar un grupo de trabajo en el que uno pueda transmitir su experiencia, no sólo desde el punto de vista técnico o profesional sino humano y transmitir también lo que significa el derecho, el trabajo en equipo, la relación con el cliente, y la permanente capacitación.

 

"Al trabajar entre abogados también se realiza una función docente, capacitando a los más jóvenes, enseñando lo que uno ha adquirido de la experiencia profesional y aprendiendo permanentemente de dicha interacción", agregó la socia de PAGBAM.

En esta línea, Corrá precisó que el término apunta a un aspecto bien femenino, porque “inspirar” implica promover, aportar, brindar positivamente algo a los demás.

 

"Como ocurre en la mayoría de los casos, la forma más genuina de inspirar suele ser con el ejemplo, con nuestra propia conducta, con la forma en que encaramos nuestra profesión y la llevamos adelante. Los “consejos”, adquieren verdadera fuerza cuando existe coherencia entre aquello que decimos, pretendemos y exigimos y lo que hacemos", agregó.

 

No obstante, para la socia de M&M Bomchil, cuando uno ocupa una determinada posición dentro de un estudio u organización, la comunicación adquiere particular importancia, y debemos estar muy atentos a ello. Es como con los hijos. No basta amarlos y desear lo mejor para ellos. Debemos decírselos, estimulándolos y mostrándoles nuestro apoyo en su desarrollo. Algo similar debemos hacer con las abogadas jóvenes, y también con los abogados varones.

 

Todas coincidieron en que es importante mantener charlas personales con las y los colegas más jóvenes, dirigidas a conversar sobre sus expectativas, inquietudes y objetivos y a mostrar, con ejemplos prácticos y de vida, las posibilidades que todos tenemos de desarrollarnos y crecer apuntando alto.

 

Patricia López Aufranc agregó que desde que tuvo manejo de equipos se preocupó mucho por “sponsorear” y “mentorear” a todos los miembros de su equipo. 

 

"Sponsorear es ayudarlos a avanzar en sus carreras, dándoles acceso a oportunidades. Mentorear es darles información y consejos para el desenvolvimiento profesional. A partir de los 40 tomé conciencia de los temas de género en el mundo de los negocios y acentué el sponsoreo y mentoreo a las mujeres profesionales", precisó.

 

En ese sentido, contó que hace unos 5 años la Universidad de Harvard la invitó a participar en Celebration 55 una reunión de unas 400 abogadas egresadas de la Universidad que conmemoraba el ingreso de las primeras mujeres en la Escuela de Derecho, y a hablar sobre Networking. 

 

La socia de Marval dijo que este encuentro fue un disparador para otras acciones que tienen como destinatarias las abogadas que practican en el ámbito internacional. 

 

"Este año Harvard me volvió a invitar para participar en un panel sobre Alianzas. Había más de 600 abogadas mujeres. La sensación de potencial de poder para lograr cambios, si tenemos claros los objetivos fue impresionante. En particular, debido a que cada vez más mujeres están llegando a posiciones de liderazgo", apuntó López Aufranc.

 

¿Qué Hacen los Estudios Para Retener a las Abogadas?

 

Hoy en día son pocas las mujeres que no trabajan fuera del hogar. El mundo del trabajo es inestable, aún para la gente muy capaz, y la posibilidad de tener dos entradas da mucha más seguridad a una familia.

 

Por otra parte, cada vez son más las mujeres que completan estudios universitarios y quieren tener una carrera.

 

"A partir del movimiento de liberación femenina de los años 60, nos convencimos de que podíamos hacer lo que quisiéramos. Lo malo es que creímos que podíamos hacerlo TODO.  Sumamos roles pero no necesariamente nos liberaron tareas en igual proporción a las que agregamos. Esto hace que muchas veces estemos sobrepasadas", ejemplificó López Aufranc. 

 

Aquí otro ítem en el que coinciden las entrevistadas: "Cada una debe encontrar su equilibrio. No todo el mundo quiere forjarse una carrera de primera línea.  Quien lo quiere debe estar preparado para hacer sacrificios, cualquiera sea el sexo". 

 

Si es mujer, el esfuerzo suele ser mayor por la duplicidad de roles y por la presión en contra de la sociedad, para la que una mujer de éxito sigue siendo una excentricidad. Sin perjuicio de esto, cada vez son más las mujeres que llevan adelante una carrera y una familia.

 

Hoy las abogadas son un universo importante de los profesionales que integran los estudios, es decir del capital más importante que éstos tienen. El número de jóvenes abogadas mujeres que ingresan a los estudios grandes y medianos, respecto del número de abogados varones, ha ido creciendo en forma muy significativa y esta tendencia no parece reducirse por ahora.

 

En general, las especialistas consultadas reconocen que los primeros años no suelen ser un problema diferencial para la retención de las abogadas mujeres.

 

"Los temas más importantes aparecen cuando las mujeres empezamos a considerar la posibilidad de tener familia. Este es uno de los motivos de rotación clásicos que se mantienen. Una de las principales formas de retención es admitir esquemas más flexibles de trabajo, con la posibilidad de trabajar a distancia, sin tanta dependencia de la presencia física en la oficina. Esto se ha visto muy favorecido con el desarrollo de las nuevas tecnologías de información y comunicación. De hecho esta mayor flexibilidad hoy es pretendida por todos los abogados jóvenes, no solo las mujeres", precisó Corrá.

 

En ese sentido destacó que es importante que la flexibilidad no vaya acompañada con una percepción de estancamiento en la carrera profesional, pues ello, antes que retener, puede convertirse, más temprano o más tarde, en un factor de expulsión.

 

Existen otros mecanismos de retención que son comunes a abogados y abogadas (reconocimientos económicos, promoción de actividades fuera del país, etc).

Aun cuando las abogadas mujeres pueden no presentarse especialmente agresivas en las demandas económicas, se advierte un nivel creciente de exigencia en este punto, al igual que en la posibilidad de realizar estudios de posgrado en forma simultánea al trabajo y acceder a experiencias fuera del país.

El diseño de un esquema inteligente y efectivo de retenciones es uno de los principales desafíos de los Estudios en la era actual, marcada por un nivel de rotaciones muy superior a los que podían observarse en generaciones anteriores.

 

Zang agregó que desde que es managing  partner cuatro socias se sumaron al Estudio. Y destacó que respecto de lo que una puede hacer con las abogadas es mucho, sacarse el miedo, lo perfecto es enemigo de lo posible, está en las organizaciones ayudar y facilitar que sea posible.

 

Y sostuvo que en este camino 50% de responsabilidad es de la empresa y otro tanto de los profesionales. "No es fácil , es muy difícil, porque entre los 30 y 40 la mujer piensa en tener hijos, hay años que son una pesadilla, seguir adelante con la carrera en forma comprometida es complejo y tampoco es justo cargar a la organización con esa culpa", precisó.

 

En ese sentido agregó que el Estudio tiene que detectar a las personas que desean crecer.

 

"Muchas veces pensé que iba a morir en el intento, yo creí que no lo lograba, no hay un día en tu vida que no tengas una crisis, que no sabes donde estar en la oficina o en tu casa. Somos mujeres, no tenemos que actuar como hombres, lo hacemos a muestra manera. Eso es lo que las firmas tiene que empezar a entender", puntualizó Zang.

 

Asimismo, Grigioni explicó que cuando se inicia la carrera profesional hay una etapa donde generalmente la mujer disminuye su horario laboral o en algunos casos da un paso al costado por la maternidad.

 

"En mi caso, tengo dos hijos y pude seguir trabajando, la realidad es que uno puede, si están dadas las condiciones, continuar con su actividad profesional sin dejarla", agregó.

 

Nuestra profesión permite tener las flexibilidades necesarias para que una pueda compatibilizar el hecho de ser madre con llevar adelante la carrera -precisó-, cuando los chicos son más pequeños resulta una etapa más complicada por los horarios, pero esto posteriormente se equilibra.

 

"Con el paso del tiempo uno se da cuenta que puede ir dedicándose con mayor plenitud a la profesión. Otras mujeres deciden no retornar a la actividad y otras lo hacen cuando sus hijos ya han crecido. Es una decisión muy personal", sostuvo.

 

De este modo, la socia de PAGBAM enfatizó en que actualmente la maternidad no es una cuestión que aleje a las abogadas de la profesión; "quienes no son madres también pueden encontrar dificultades a lo largo de su carrera por diversos motivos", indicó.

 

Acortar la Brecha

 

Respecto al crecimiento profesional dentro de un estudio, las socias consultadas sostuvieron que se llega a socio cuando un abogado tiene las condiciones para serlo, y si bien destacaron que cada estudio determina cuáles son esas condiciones profesionales y personales, no limitarían el criterio ivo a una cuestión de género, sino por la experiencia profesional, personal y demás cualidades que deben reunirse para ello.

 

El trabajo en un Estudio es exigente y requiere estar dispuesto a tener disponibilidad por muchas horas cuando es necesario.

 

Aufranc destacó que en el contexto actual, esto es a veces difícil de manejar para mujeres con varios hijos.  "Algunas eligen enfocar sus carreras hacia ocupaciones menos demandantes, para tener más tiempo libre para desarrollar otras actividades o estar con sus familias", indicó.

 

Y agrego que también es cierto que muchos hombres deciden que la vida en un Estudio grande no ofrece el estilo de vida que quieren y buscan otros horizontes. Esto se da cada vez más con las nuevas generaciones.

 

Creo que el porcentaje de ascenso todavía en menor que el de los hombre porque aún no hay igual número de mujeres que de hombres en esta línea. 

 

En la medida que han ido ingresando igual número de mujeres que de hombres, deberían ascender en la misma proporción.  Todavía hay más mujeres que dejan la carrera en el camino. Esto también influye en el número que llega a posturlarse como posibles socias.

 

Para Corrá uno de los factores principales es la percepción de incompatibilidad entre la vida familiar y las exigencias de trabajo de los Estudios Jurídicos de cierta entidad. Por este motivo las mujeres suelen dejar sus posiciones en los estudios incluso antes de llegar a puestos de mayor seniority, donde la movilidad puede ser más difícil o tener mayores costos.

 

 En Bomchil, por ejemplo, en los últimos 8 años, de 7 promociones a socio, 4 fueron de mujeres. "Esto muestra una tendencia muy superior respecto de décadas anteriores", indicó Corrá.

 

En los casos en los que la posición de socio se adquiere como consecuencia de la carrera realizada dentro de un Estudio, el desafío es favorecer el reconocimiento de los talentos, valores y aportes que puede dar una mujer al manejo y conducción de un Estudio, valorando la diversidad y evitando el reduccionismo.

 

"En particular, me parece importante que las mujeres no deban asimilarse a los hombres en su modo de actuar o de perseguir sus objetivos, para poder alcanzar el puesto de socia", agregó Corrá.

 

Vida Profesional  vs. Personal

 

Creo que por un tema cultural, todavía la mayor responsabilidad por llevar adelante la casa y ocuparse de los hijos radica en la mujer. 

 

La mujer profesional que busca una carrera de primera línea adquiere las mismas responsabilidades que un hombre, sin liberarse en general de muchas de las responsabilidades de un ama de casa tradicional.

 

El hombre puede estar fuera de su casa desde 8 de la mañana hasta 9 de la noche sin culpa y con la sensación del deber cumplido.

 

En general, para la mujer es más difícil.  En la Argentina tenemos la ventaja de que todavía se puede conseguir ayuda para las tareas hogareñas y el cuidado de los niños.

 

"Detrás de toda mujer profesional de éxito con una familia funcional hay una empleada eficiente y un hombre orgulloso de su mujer. De lo contrario no es sostenible. Con el tiempo se va equilibrando el reparto de las tareas del hogar y de los hijos entre los cónyuges", ejemplificaron las abogadas.

 

Claves Para que el Número de Socias en Estudios Siga en Aumento

 

Patricia López Aufranc brindó las claves que a su criterio son necesarias para que la tendencia de mujeres socias en Estudios continúe creciendo:

 

Las mujeres todavía somos “nuevas” en este ambiente, por lo que tenemos mucho que aprender.

 

Yo suelo señalar que en alguna medida somos cómplices de nuestras quejas: entre otra cosas, no siempre sabemos leer la cultura de la organización en la que trabajamos y esperamos que la organización se adapte a nosotros.

 

Creemos que con trabajar mucho y bien llegaremos.  Somos hamsters haciendo dar vuelta la rueda. Nos cuesta la política interna y el networking.

 

Esperamos que se nos de “lo que merecemos”. Somos más proclives a la “queja velada” que a la acción en pos del cambio. Es más frecuente escuchar quejas de mujeres porque no se les da lo que quieren que pedidos directos informando lo que quieren.

 

A veces somos funcionales a perpetuar estereotipos.

 

En cambio, si quisiéramos ser artífices de nuestro futuro la socia de Marval precisó que deberían:

 

Formarnos continuamente, sin desatender las competencias complementarias como los idiomas, oratoria, gestión.

 

Aprovechar las oportunidades, animándonos a salir de nuestras zonas de confort.

 

Aprender a pedir y generarnos nuestras oportunidades, sin esperar que “nos den lo que merecemos”.

 

Aprovechar las cualidades femeninas: empatía, multitasking. Hacerse siempre responsable, nunca dar excusas. Las excusas las dan los perdedores. Siempre preguntar: ¿cómo puedo mejorar?

 

Networking: estar presente, conectarse, mantenerse conectadas. Las redes son fuente de información y oportunidades.  Hay un profunda sed y voluntad de colaboración entre mujeres profesionales. La jefa “bruja” hoy es una rareza.

 

Elegir una pareja que nos apoye.

 

Aprender a priorizar. No podemos hacer todo igual de bien, ni igual de bien que quién hace la mitad del trabajo.

 

Acelerar la propia carrera para tener más libertad más adelante.

 

Apoyarnos y trabajar en red. No importa lo que hagamos llevemos una mujer con nosotras. “Hay un lugar en el infierno para las mujeres que no ayudan a otras mujeres” dijo Madeleine Albright.

 

Corrá además dijo que son fundamentales: mantener un trabajo de excelencia; tener un fuerte compromiso; aprovechar adecuadamente los talentos naturales que se puedan tener (sensibilidad, capacidad para arribar cuestiones complejas; precisión en el discernimiento, capacidad de contención) y fijarse objetivos y metas propias, compatibles y adecuadas a las necesidades del Estudio, actuando con visión.

 

Finalmente, dijo que no hay que dejar de ser directores de nuestra propia carrera y no perder de vista que “ser socia” o “ser socio” no es un paso final, sino un salto importante, para seguir construyendo y aportando a nuestro desarrollo profesional y al de los profesionales más jóvenes para los cuales podemos representar un modelo, aún sin proponérnoslo.

 

 

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