Un perro perteneciente a un empleado de un Juzgado en lo Penal Económico, dañó parte de un expediente  de una megacausa  donde se investigan facturas truchas. El hecho publicado en su edición de hoy por el diario Crítica de la Argentina, ocurrió en el juzgado del juez Rafael Caputo ubicado en el segundo piso de los tribunales en lo Penal Económico. Un empleado había asistido al trabajo acompañado de su mascota, un perro caniche toy, alegando que no tenía a nadie con quien dejarlo. Luego de solicitar autorización al juez para  que haga una excepción dejándolo permanecer con su mascota, el juez aceptó el pedido de su empleado entendiendo que se configuraba un compromiso tácito de que se adoptarían las medidas necesarias para que el perro no afectase el funcionamiento del juzgado. Sin embargo, horas más tarde, el perro fue encontrado por otra empleada del juzgado quien advirtió que el canino estaba mordiendo una hoja de papel hecha un bollo, la que luego de desenvolverla se dio cuenta que la misma era una foja de uno de los expedientes relacionados a la megacausa Viazzo, donde se investigan las facturas truchas. Según publica el diario Crítica de la Argentina en su edición de hoy, luego de descubrir tal hecho, el juez llevó adelante una investigación para determinar quien había hecho bollo el papel para dárselo al perro. Como esa misma mañana se había estado fotocopiando el expediente en cuestión, Caputo dedujo que la foja destruida se pudo haber traspapelado. A raíz de tal situación se generó un sumario administrativo ante la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico, para que la Superintendencia determine si le corresponde alguna sanción al empleado propietario del animal que ocasionó el daño en el expediente. Por otro lado, según publica el diario Crítica, para evitar nuevos inconvenientes, el magistrado adoptó medidas para evitar que se pierdan fojas de los expedientes en los procesos de fotocopiado, a la vez que prohibió la presencia de animales en el juzgado.