La Compañía Continental Airlines y dos de sus empleados serán procesados por el delito de homicidio involuntario por el trágico accidente ocurrido en el año 2000, cuando un avión Concorde de la empresa aérea Air France se estrelló luego de despegar del aeropuerto de París. En dicho accidente murieron 109 pasajeros de la aeronave y 4 transeúntes que se encontraban en  el lugar en el momento del accidente. En el marco de la misma causa, también serán sometidos a juicio dos miembros de la empresa Aerospatiale, la cual fue la fabricante del avión que sufrió el accidente, y un funcionario del departamento francés de aviación de pasajeros. Según la principal hipótesis esgrimida por los investigadores franceses, el siniestro se produjo como consecuencia de una barra de titanio que fue dejada en la pista por un avión de la compañía Continental Airlines. Dicha barra ocasionó la explosión de uno de los neumáticos del Concorde, cuyos restos se desplazaron hasta el tanque de combustible, lo cual produjo la explosión del mismo. Por su parte, la fiscalía parisina, sostiene que la tira de metal señalada como la causante del accidente, fue fabricada por un empleado de Continental sin seguir las instrucciones. Por lo cual, el supervisor del empleado, será juzgado por haber aprobado dicho elemento. Según manifestó el propio fiscal, tanto los empleados de Aerospatiale, como el oficial de aviación civil, se encuentran acusados de ignorar una serie de problemas, tales como no preocuparse del riesgo de incendio del reactor supersónico.