La Sala Primera del Tribunal Supremo español ha confirmado la validez jurídica de una notificación que se realizó a través de un e-mail entre un procurador y un cliente moroso.

Cabe destacar que el correo electrónico, el cual provocó la decisión final del magistrado, había sido validado por un prestador de servicios de certificación electrónica.

"La tecnología y las empresas de certificación existen, las leyes –como el artículo 162 de la Ley de Enjuiciamiento Civil– aceptan este tipo de notificación, pero faltaba una resolución judicial de un alto tribunal para dar el espaldarazo final a esta tecnología", sostuvo Alonso Hurtado, socio de tecnología de la información de Ecija.

La norma mencionada en el párrafo anterior prevé que los actos de comunicación entre las partes "puedan ser efectuados por medios electrónicos que garanticen la autenticidad de la comunicación y de su contenido".

Un correo electrónico convencional puede ser impugnado por la justicia, pero hacerlo con un e-mail certificado es casi imposible, ya que las compañías que prestan el servicio recogen todo tipo de pruebas.