Luego de hacer públicas sus dificultades para poder afrontar sus pérdidas, la automotriz estadounidense General Motors admitió que se encuentra analizando la posibilidad de ponerse bajo la protección de la ley de quiebras. La empresa comunicó que posee dificultades para poder continuar como consecuencia de imposibilidad de reducir pérdidas y generar efectivo, habiendo registrado durante 2008 pérdidas por más de 30.900 millones de dólares. Como resultado de la desconfianza generada por su crítica situación económica, las ventas de la compañía se derrumbaron estrepitosamente durante el año pasado, habiendo extinguido en un solo trimestre gran parte de la ayuda federal recibida. Como si hubieran sido pocos los 14 mil millones de dólares recibidos en ayuda del Estado, GM afirmó que necesita otros 16 mil millones de dólares del gobierno federal  para poder seguir funcionando.