La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal decidió ratificar la sanción impuesta por el Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal por considerar que los letrados sancionados tuvieron una conducta éticamente reprochable. Los camaristas coincidieron con lo resuelto por el Tribunal de Disciplina del CPACF, el cual había determinado sancionar a los letrados por haber iniciado una querella penal contra sus colegas con el fin de obligar al acreedor a desistir del reclamo por su crédito. Según la postura adoptada por los jueces que componen la Sala IV, en los autos caratulados “B.E.S y otro c/ CPACF (Ex. 16848/03)”, tal situación había configurado un exceso del límite permitido para elegir la estrategia procesal por parte de los letrados, el cual había sido efectuado con el fin de defender los intereses de su cliente. A su vez, los camaristas entendieron que se había configurado una conducta éticamente reprochable por parte de los letrados sancionados, al haber denunciado a sus colegas por la comisión de un delito penal, sin poseer pruebas para acreditar dichas acusaciones. En tal sentido, según el criterio manifestado por los jueces, el ardid desarrollado por los abogados sancionados, configuró una falta sobre el respeto a sus pares, así como una infracción sobre los cánones de diligencia. Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, los camaristas decidieron ratificar en lo sustancial la sanción impuesta contra los letrados, reduciendo la sanción de uno de los acusados, la cual consistía en la suspensión del ejercicio profesional por dos meses, modificándola por una multa, mientras que ratificaron la sanción del otro letrado consistente en un llamado de atención.