Sergio García tiene 36 años y ha pasado la mayor parte de su vida viviendo en Estados Unidos como residente ilegal, a pesar de que su padre inició el trámite de residencia temporal hace más de 20 años, el cual todavía sigue pendiente.

Luego de completar sus estudios secundarios y graduarse en Derecho por la Universidad de California, García aprobó el primer intento del examen para ingresar al Colegio de Abogados.

Como el estatus migratorio de García se encontraba “pendiente”, la institución elevó la cuestión a la Corte Suprema de California para que dirimiera sobre la posibilidad de ingreso del letrado.

El Máximo Tribunal se basó en una ley aprobada el año pasado y falló de forma unánime a favor de García, quien podrá entrar al Colegio de Abogados y, por tal motivo, trabajar como defensor legal.

La normativa en cuestión revierte otra ley que le hubiera impedido al letrado ejercer la abogacía ya que negaba que cualquier indocumentado obtuviera una licencia profesional de un organismo del gobierno o con el uso de fondos públicos.

Luego del fallo muchos organismos alzaron su voz, como fue el caso de CHIRLA quien celebró la decisión judicial al sostener que "los sueños de muchos se acercaron hoy más a la posibilidad de convertirse en realidad con la decisión de la Corte Suprema de California favorable a jóvenes profesionales que, como Sergio García, han cumplido todos los requisitos para practicar su profesión pero que son inmigrantes indocumentados".

La determinación del Máximo Tribunal de California podría configurar un valioso precedente para aquellos casos pendientes en la justicia de indocumentados que han completado sus estudios superiores.