La firma festejó su aniversario con un evento entre familia, amigos y clientes en el Hipódromo de Palermo.
Corría el año 2013 cuando Agustín Cerolini y Matías Ferrari fundaron el que terminaría convirtiéndose en uno de los estudios jóvenes más reconocidos dentro del mercado legal local y latinoamericano.
Desde entonces, la firma ha atravesado un camino de constante evolución que le permitió posicionarse como uno de los principales referentes dentro sus áreas de práctica, y en un espacio de trabajo dinámico, flexible y empoderante para su equipo.
Durante el discurso con el que los socios dieron inicio al evento que tuvo lugar el pasado 20 de abril en el salón Turf del Hipódromo de Palermo, Agustín dijo: “La forma en la que empezamos el estudio tuvo que ver con remar, no dormir los primeros meses y estar 24/7 juntos”.
“Al principio, un montón de gente confió en nosotros y esa confianza fue la única forma que tuvimos de arrancar. Pero también queremos agradecer a aquellos que no confiaron. Mucha gente nos dijo que no, y tuvo la franqueza de decirnos por qué no nos contrataba; eso nos hizo entender que teníamos que cambiar cosas y nos enseñó muchísimo”, contaron.
Y así comenzó la historia de Cerolini & Ferrari, con desafíos por delante, pero con dos socios y un equipo que poco a poco fue creciendo, cuyas ganas de progresar pudieron hacer frente a todos los obstáculos.
Asimismo, Matías resaltó: “Estaríamos muy equivocados si entendiéramos que esto lo hicimos nosotros dos solos”, y Agustín agregó: “Todos los que están acá y muchos que no pudieron estar, fueron parte. En primer lugar, gracias a todos nuestros colaboradores, a los que empezaron y confiaron en nosotros, a los integrantes que se sumaron después y a los que hoy están en el estudio. Queremos que Cerolini & Ferrari sea un lugar en el que se trabaje super profesionalmente pero que sea, al mismo tiempo, un espacio donde nos podamos divertir. Y ese espacio se genera gracias a nuestro equipo.”
Los más de 200 invitados que se sumaron a celebrar el décimo aniversario de Cerolini & Ferrari, compartieron un cóctel viendo el anochecer de la ciudad de Buenos Aires, pudieron desafiar a jugadores profesionales de metegol (juego emblema del estudio desde sus inicios), se llevaron sus fotos impresas y fueron dibujados por caricaturistas. Y como broche de oro, se entregaron reconocimientos a colaboradores por sus años de trayectoria.
“Queremos agradecer a los amigos, que son los que siempre ponen el hombro, y a nuestras familias porque siempre están y nos bancan”, concluyó Agustín.
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