Ted Olson, el abogado que defiende a la firma de Paul Singer, manifestó vía telefónica que la negociación solo se podrá abrir cuando el Máximo Tribunal estadounidense falle de forma definitiva.

Otra condición para el diálogo es que sea el propio gobierno de Cristina Fernández quien abra públicamente las negociaciones. Si ambas situaciones acontecieran, el fondo está abierto a eventuales acuerdos, siempre y cuando actúe una entidad como el Deutsche Bank.

La presentación judicial argentina ante la Corte, elaborada por el abogado Paul Clement y el estudio Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGSH), se centró en las consecuencias negativas que aparejaría una victoria de los fondos buitre en el juicio.

Si alguno de los jueces de la Corte estadounidense se interesara en el caso, el fallo sería emitido aproximadamente entre los meses de septiembre próximo y marzo de 2015.

Desde NML Elliot se avizora, tarde o temprano, una victoria contra la Argentina. Desde Buenos Aires, ven una segunda oferta para discutir la salida de la deuda –claro está, con las condiciones impuestas por el fondo- como más accesible ya que los bancos Deutsche Bank y UBS piensan encarar un esquema negociador.