En el marco de la 27ª edición de São Paulo Fashion Week (SPFW), la Justicia brasileña ordenó que el 10% de las modelos contratadas sean negras o indígenas, advirtiendo que en caso de no cumplir con dicha medida la multa será de 127.500 dólares. La fiscal paulista Deborah Kelly Affonso, ordenó que se lleve a cabo dicha medida, describiendo a la misma como de inclusión social, debido a que el evento se encuentra ocupado casi en su totalidad por las sureñas de piel clara. Los estilistas que participan de la semana de la moda en San Pablo, advirtieron que las agencias de modelos no ofrecen opciones de modelos afrodescendientes o indígenas, debiéndose buscar a las mismas en las escuelas de la periferia. Si bien los organizadores del evento niegan la existencia de una discriminación racial, muchos creen que el inconveniente surge a raíz de la implementación del concepto de cupo, argumentando que muchas de las modelos se sentirán incómodas sin saber si fueron elegidas por su talento o por una decisión judicial de cumplimiento obligatorio.