A pocos días del lanzamiento del canje para salir del default, el juez neoyorquino Thomas Griesa, confirmó un embargo a las reservas del organismo monetario haciendo lugar al pedido de dos “fondos buitres” de congelar 105 millones de dólares que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) tenía depositados en la Reserva Federal de Nueva York.

Al hacer lugar al planteo presentado por los fondos NML Capital, de Elliot, y EM, quienes compraron papeles en default para exigirlos ante la Justicia, el magistrado norteamericano entendió que a través del uso de las reservas de los últimos años, queda en claro que el BCRA actúa como un “álter ego” del Gobierno.

De acuerdo a lo expuesto por Griesa, la creación del Fondo del Desendeudamiento para pagar compromisos con acreedores privados con reservas y el uso de ese dinero, demuestran que el Estado y la entidad monetaria no son entes independientes, por lo que el país podría pagar con recursos del banco los títulos impagos.

El juez explicó que el uso de fondos por parte de la Argentina contribuyó al fraude y a la injusticia perpetrada por la República contra los tenedores de bonos, exponiendo que el país usó reservas “para pagar miles de millones de dólares para deshacerse de deudas que la república quería sacarse de encima”, rehusándose a utilizarlas para cancelar títulos en default.

Los fondos que se encuentran depositados en una cuenta de la Reserva Federal de Nueva York, se encuentran congelados desde 2006, manteniéndose el embargo dispuesto desde aquel momento, a pesar de que el mismo juez a comienzos de año destrabó otros activos.

El fallo será apelado por el BCRA, confiando en que la disposición de Griesa será revertida, tal como ocurrió con un levantamiento de embargo a cuentas de la ANSeS decidido por la Cámara de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York.

Si bien dicho caso sirve como antecedente, ni el dinero de la ANSeS ni el de otras dependencias había sido utilizado para pagar deuda externa.

El fallo se produce a pocos días de que la Argentina presente su oferta para salir del default, pudiendo constituir un obstáculo para la operación, debido a que en caso de que la Cámara de Apelaciones convalide lo resuelto por Griesa, complicaría el canje y la emisión del bono por nuevo financiamiento que Economía planea efectuar durante la reestructuración.