El estudio jurídico español Uría Menéndez,  así como la firma norteamericana Backer & McKenzie, luego de haber sido contratados por la firma de inversión y asesoramiento Morenés y Botín, serán quienes deberán determinar las responsabilidades jurídicas existentes en el  caso Madoff, donde como consecuencia de dicha cadena de estafas, se produjo un agujero de 157 millones de euros. Dichos bufetes de abogados, buscarán obtener algún tipo de compensación, para lo cual deberán determinar las responsabilidades existentes en la etapa de comercialización, ya sea de Madoff, en carácter de gestor, así como de SEC, quien podría ser demandada con consecuencia de las negligencias cometidas en sus tares de regulación, junto con Friehling & Hororwitz, quien se encargaba de la auditoría. Desde el estudios español, manifestaron que "la batalla legal tiene que plantearse en EEUU", mientras que "los inversores afectados tendrán que encomendarse a un despacho español para su defensa, pero siempre se necesita una contraparte local, en este caso un bufete con base en Nueva York que sea referencia en derecho financiero y en derecho penal". Uno de los primeros despachos de Nueva York que fue elegido por invesores y entidades que se vieron perjudicados por el mencionado caso, fue Zwerling, Schachter & Zwerling. Desde dicho bufete, afirmaron que estudiarán a todas las terceras partes, entre las que se podrían encontrar entidiades financieras, que tuvieran algún tipo de implicación.