En el marco del debate de los proyectos de Justicia Vecinal y Métodos Alternativos de Solución de Conflictos, el Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través de la Unidad de Implementación y Seguimiento de las Políticas de Transferencia de Competencias, organizó la jornada “Presente y futuro de la Justicia de Familia en la Ciudad de Buenos Aires”, en el Salón Verde de la Facultad de Derecho de la UBA.

“Casi todos los que tuvimos o tenemos que ver con la Justicia de la Ciudad pensamos que se debe comenzar por transferir la Justicia de Familia por la proximidad de la asistencia que presta la Ciudad a los jueces nacionales y con esto terminar con la transferencia de competencias y comenzar la etapa de transferir jueces, fiscales, edificios, personal y tecnología. En este sentido tenemos preparados proyectos de ley para discutirlos y llevarlos al Congreso Nacional”, afirmó, durante la apertura, el Presidente de la Unidad de Implementación, Julio Di Giovanni.

Por su parte, la Presidenta de la Comisión de Fortalecimiento Institucional, Política Judicial y Planificación Estratégica, Laura Grindetti señaló: “Los conflictos de familia son indiscutiblemente locales y entendemos que asumir las competencias que hoy tramitan en juzgados nacionales es un tema pendiente y prioritario para avanzar hacia la consolidación de la autonomía porteña”. Y agregó: “Desde el Consejo entendemos que llegó la hora de avanzar en el traspaso de competencias con sus correspondientes recursos, pero la éstos no debe limitarse a un traspaso de fondos. El capital humano es el recurso más valioso de la Justicia de Familia y nuestro interés está en lograr que tanto sus recursos físicos y económicos como su expertise se incorporen al Poder Judicial de la Ciudad”.

La apertura contó con una conferencia a cargo de Aída Kemelmajer de Carlucci. La ex ministra de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza y una de las redactoras del proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación explicó que  “la principal fuente de este proyecto es el Código Civil y una iniciativa de 1998, pero en temas de Derecho de Familia no se pudo trabajar sobre el proyecto de aquel año, simplemente porque la sociedad argentina es otra a la de esa época. Hoy hay matrimonio igualitario, hay legislación en materia de género; la Argentina y el mundo cambió en materia de derecho de familia”. Además destacó que “la incorporación de tratados internacionales a partir de la reforma de 1994 establece el derecho a la vida íntima y familiar, por lo que no podemos tener ninguna norma que viole este derecho. Entendemos que el divorcio contencioso es una forma de violar el derecho a la vida íntima ya que nadie me puede obligar a decirle a un juez por qué me quiero divorciar”. Y finalizó: “Las grandes transformaciones constitucionales vienen de los jueces”.

La jornada también contó con un panel que abordó “La situación actual de la justicia de familia en la Ciudad de Buenos Aires. Análisis y propuestas de acción”, y estuvo integrado por la Profesora Consulta e Investigadora Permanente del Instituto “Ambrosio L. Gioja” de la Facultad de Derecho de la UBA, Nelly Minyersky, la Asesora General Tutelar Adjunta de Menores de la Ciudad, María de los Ángeles Baliero de Burundarena y la Doctora en Derecho e Investigadora del CONICET, Marisa Herrera.