El gobierno europeo aplicará un impuesto del 75 por ciento a las empresas sobre los salarios de los empleados que ganen más de un millón de euros.

En un primer momento, el Consejo Constitucional de Francia había rechazado la primera versión del texto, entendiendo que su redacción consolidaba ciertas desigualdades ante el fisco.

Ahora la Autoridad Judicial aprobó la medida y, por ende, la nueva tasa puede entrar en vigencia. De acuerdo al Ejecutivo francés, el impuesto es excepcional y transitorio por el momento de crisis.

La tasa, que tendrá una duración de dos años, recae sobre la empresa y no sobre los asalariados. La única condición es que el impuesto no puede superar en ningún caso el 5 por ciento de la facturación de la compañía.

Los datos oficiales del gobierno europeo son contundentes: el Estado francés recaudará aproximadamente 260 millones de euros extra en 2014 y 160 millones en 2015. Las entidades más afectadas serán los clubes de fútbol.