Desde enero a abril se produjeron cortes de energía de forma sistemática y una mujer que pasaba los fines de semana junto a su familia y amigos se vio afectada, por lo que demandó a la empresa Edesur.
No solo citaba las cuestiones materiales, como pudo ser la pérdida de alimentos, sino que también reclamaba asuntos de índole espiritual, los cuales se sumaban a la falta de suministro de agua potable.
Por su parte, el Ente Regulador (ENRE) consideró los cortes mencionados y decidió sancionar a la prestadora de servicios por no haber llevado a cabo las tareas necesarias para solucionar los reclamos en forma definitiva.
En una primera instancia, la justicia condenó a la firma por daño moral, entre otros conceptos, pero la causa llegó a la Cámara de apelaciones ya que la actora solicitó un resarcimiento mayor.
"Están probados los cortes denunciados y, por otra parte, la responsabilidad de la empresa en su carácter de prestadora del servicio", remarcaron los camaristas en su resolución.
Asimismo, sostuvieron lo siguiente: "Por daño moral debe entenderse la lesión a todos aquellos bienes que, no obstante carecer de contenido patrimonial, son sin embargo fundamentales para todo ser humano, como ser la paz, la tranquilidad, la intimidad, el honor, la fama o el buen nombre, la integridad corporal, la salud física, la chance de disfrutar la vida en libertad, entre otros”.
Con respecto al tiempo libre de la actora, los magistrados remarcaron que "el hecho de haberse visto privada de energía eléctrica, en el lugar donde solía pasar los fines de semana o días festivos -con los innumerables inconvenientes que esto trae aparejado y que no necesitan descripción produjo a la reclamante, como a cualquier persona, algún tipo de molestia".
La resolución manifiesta que los cortes de energía privaron a la mujer de disfrutar sus vacaciones y que el inconveniente se materializó en el único momento del año en que la persona puede distenderse.
Además, se explica que los cortes frustraron el festejo de cumpleaños de la actora y que la familia vivió un episodio traumático cuando un equipo de asistencia a una persona mayor dejó de funcionar. Estas causas fueron suficiente para que los magistrados fijaran el pago de 15.000 pesos de resarcimiento, en concepto de daño moral.
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