En esta sentencia los juzgadores tuvieron la oportunidad de explayarse sobre muchos conceptos relacionados directamente con las cuestiones de derecho de familia, especialmente con el divorcio La Sala G de Cámara Nacional en lo Civil trató con detalle cada uno de los agravios de las partes y también se ocupa de una recalificación de el propio a quo hizo sobre la causal de divorcio con sustento en el adagio latino iura curia novit, siendo todo esto analizado en el fallo “M.I.L c/ O.J.O s/ divorcio” En principio la cuestión versó sobre si un parcial incumplimiento de las obligaciones alimentarias pueden configurar la causal de injurias graves. Al respecto, destaca el Tribunal que el juicio de alimentos se inició con posterioridad al divorcio en el cual se había fijado una pensión cuyo pago siempre se cumplió rigurosamente. Teniendo en cuenta que la causal de injurias se caracteriza como cualquier acto que constituya una ofensa para el otro cónyuge, atacando su honor o dignidad; dependiendo la gravedad de ese ataque de circunstancias sociales y de lugar. Valoradas las probanzas, la Cámara entendió que no existieron tales comportamientos o actos configurativos de injurias y, a mayor abundamiento, el hecho de haber tenido que iniciar un juicio por alimentos tampoco constituye una injuria grave por parte del esposo. En lo que hace al abandono malicioso del hogar conyugal, tampoco se ha probado suficientemente ni la voluntariedad de dicho acto ni la malicia con la que supuestamente se efectuó, con lo que ese agravio también es desestimado. Finalmente, con respecto a la recalificación motu propio que el juzgador realiza de la causal de divorcio proponiendo una objetivo en lugar de la subjetiva por la que había sido iniciado por las partes, la Cámara se mostró también en desacuerdo por lo que revocó la sentencia en todas sus partes.