En el marco del escándalo sexual protagonizado por el premier italiano Silvio Berclusconi, tres chicas declararon ante la Justicia de ese país haber recibido mil euros por asistir a una fiesta de Berlusconi. Los hermanos Tarantini, empresarios cercanos al poder, se encuentran siendo investigados por la Fiscalía de Bari, por inducción a la prostitución, debido a que según las declaraciones de cuatro mujeres, ellos eran los encargados de organizar las “reuniones”, pagando los servicios de las mujeres que se encargaban de darle color a dichas fiestas. En su declaración judicial, las involucradas en el caso, afirmaron que llegaban a la sede del gobierno en autos con vidrios polarizados, teniendo la orden de no abusar del maquillaje. Una de las mujeres que participó de dichos encuentros, Patricia D´Addario, ratificó lo dicho en el diario Corriere della Sera, depositando en la fiscalía de Bari varias cintas de audio así como un vídeo grabado con su celular.