Varios días después del secuestro de 944 kg de cocaína en Barcelona, la requisa judicial en Medical Jet y en los domicilios de los pilotos involucrados ha dejado más dudas que nunca: las computadoras secuestradas no tenían el disco rígido.

El Juzgado en lo Penal Económico N° 4 analizó en éste comienzo del año los elementos descubiertos en las casas de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, y de Matías Miret, los tres, presos en España.

Sin embargo, no ha sido posible realizar de forma correcta los peritajes en las “desarmadas computadoras comerciales”, según informaron investigadores del caso.

De todas maneras, ha seguido dos pistas firmes para descifrar la forma en que el ilegal cargamento llegó a Barcelona. Se estudiaron los vuelos realizados por la aeronave Challenger 604, que llegó a la Argentina el 6 de noviembre pasado y que desde diciembre operó en la base aérea militar de Morón.

Asimismo, se ha rastreado un dato hasta ahora desconocido que llamó la atención: los hermanos Juliá y Miret no fueron la tripulación que llevó la aeronave de Morón a Ezeiza el 29 de diciembre.

Fuentes vinculadas con la causa, lejos de restar sospechas sobre los detenidos indicaron que la presencia de otra tripulación en ese corto vuelo sólo apunta a la existencia de una organización criminal.

En las últimas horas, las fuentes hasta han afirmado que existirían relaciones muy fuertes entre el caso Southern Winds y los vuelos de Medical Jet. Refieren, que allegados a Miret estuvieron bajo sospecha en ese expediente que conmovió a la política local. SW y Medical Jet compartirían, además, destinos de viajes a Bolivia operados con los mismos despachantes de aduana.

A partir de las requisas también se dio a conocer que los sospechosos, para cargar la droga en el jet de lujo, tuvieron colaboración inexorablemente de un ingeniero, el cual habría facilitado las instrucciones de cómo distribuir los 944 kg de cocaína para evitar inconvenientes con el peso.

La hipótesis de los detectives es que el ingeniero habría armado un compartimiento especial para ocultar los estupefacientes y así sortear con éxito los controles.

Otra presunción que manejan los investigadores, y que tratarán de confirmar con el avance de la causa, es que la droga se cargó en Morón antes de que el avión despegara hacia Ezeiza, de donde partió para iniciar su vuelo a Barcelona.