La cerealera Bunge fue acusada por evasión impositiva, la cual ronda la suma de 435 millones de pesos en operaciones llevadas acabo entre el 2006 y 2011 a través de las denominadas “triangulaciones”.
 
Así, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) acusó a la compañía y volvió a suspenderla del Registro de Operadores de Granos, según informó un comunicado.
Además, se señaló lo siguiente en torno a la sanción: “la Justicia embargó los bienes de la multinacional por 250 millones de pesos para resguardar la acreencia fiscal pretendida”.
 
Desde el organismo se sostuvo que los inspectores habían podido descubrir que entre 2006 y 2011 la empresa había valuado sus operaciones de exportación a precios pactados con el intermediario internacional, ubicado en Uruguay, y no con el valor de cotización en el mercado transparente del día de la carga de la mercadería.
 
Cabe recordar que Bunge ya había sido suspendida por el organismo que preside Ricardo Echegaray en marzo de 2011 por la impugnación de créditos fiscales provenientes de operaciones con proveedores ficticios.
 
En aquel momento, las operaciones habían implicado una evasión impositiva de 16 millones de pesos. Allí, la AFIP afirmó que la suspensión y la multa se debieron a “operaciones de triangulación nociva”.