A través de la Ley de Rendición de Cuentas (aprobada el pasado lunes 18 de setiembre), el Gobierno uruguayo aumentó de 2% a 3% el impuesto que grava las importaciones de productos de origen Mercosur (incluidos --naturalmente-- los productos argentinos).
Dicho impuesto (encubierto bajo el nombre de “Tasa Consular”) está vigente desde el año 2002, habiendo sido implementado por el Gobierno de Jorge Batlle, como medida provisoria ante la crisis económica de la época.
Unos años después (más concretamente en 2008), cuando los Gobiernos uruguayo y argentino (presididos respectivamente por Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner) enfrentaban serias dificultades en su relacionamiento diplomático (con cortes de puentes y trabas comerciales incluidos), Argentina reclamó a Uruguay (en el ámbito de la Comisión de Comercio del Mercosur) que dejara de aplicar la mencionada Tasa Consular a los productos de origen argentino. Sin embargo, Uruguay mantuvo en vigor dicho impuesto.
En 2016, la Tasa Consular recaudó más de US$ 100 millones. Información de prensa indica que, con el aumento del impuesto a las importaciones, el Gobierno uruguayo estima duplicar su recaudación.
La Ley de Rendición de Cuentas menciona la posibilidad de que, a partir de 2020, Uruguay comience a implementar un cronograma orientado a eliminar el impuesto a las importaciones (que afecta a los productos argentinos). Ello a través de una reducción progresiva de su alícuota de hasta 0,5% por año.
Recordemos que el primer Gobierno de Tabaré Vázquez en su momento también anunció su intención de eliminar la Tasa Consular en el año 2011. Y sin embargo, el impuesto encubierto siguió vigente, y en los hechos sigue vigente al día de hoy.
No obstante la mala noticia para los exportadores argentinos, los más perjudicados son los países de fuera de la región (“países extra-Mercosur”). Porque --para ellos-- la Tasa Consular aumentó a 5%. Salvo México. Las importaciones de productos mexicanos siguen exonerados en función del Tratado de Libre Comercio que está en vigor entre México y Uruguay desde 2004.
Con el aumento de la Tasa Consular, el Gobierno de Tabaré Vázquez intenta mitigar el déficit fiscal que atraviesa el Estado uruguayo, igual que financiar el incremento de las partidas presupuestales que serán destinadas --principalmente-- a la educación pública uruguaya.
Expertos en la materia cuestionan la medida recientemente aprobada por el Parlamento uruguayo. El Economista Ernesto Talvi (director de un reconocido centro de investigaciones económicas) expresó: “Subir impuestos a importaciones es una pésima señal para un país que quiere insertarse en el mundo”. Asimismo, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (Carlos Perera) calificó la medida de “absolutamente negativa”.
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