¿Si no hubieses sido abogada que te hubiera gustado ser?
De chica tuve varios intereses, todos muy distintos entre sí (claramente influenciados por los antecedentes familiares): desde algo vinculado al agro, hasta una carrera en Letras. Terminé siendo abogada, con algún curso de posgrado orientado hacia los agronegocios, y docente universitaria: creo que inconscientemente logré reunir aquellos diversos intereses de la infancia. Hoy sospecho que, de no haber elegido el Derecho, una alternativa plausible hubiera sido la Licenciatura en Economía.

¿Cuál fue el libro que más te gusto o te impacto en tu vida?
Me considero una ávida lectora, siempre tengo algún libro en la cartera y otro en la mesa de luz. Los e-books han facilitado mucho esa disponibilidad permanente. Hay dos títulos que me vienen a la mente a cuento de la pregunta y son “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley; y “Pájaros sin alas”, de Louis de Bernières. Con distintos argumentos (y siendo de distintas épocas y estilos), ambos tratan temas que parecen estar muy presentes en pleno s.XXI, especialmente en estos momentos de cambio que estamos atravesando a nivel mundial.

¿Un lugar donde te gustaría vivir?
En el sur, en algún lugar cercano a la cordillera y a un espejo de agua; o en la provincia de Córdoba, mi provincia natal. Si tuviera que elegir un lugar en el exterior, cualquier lugar en la isla norte de Nueva Zelanda, Londres o Barcelona.

¿Qué te hace feliz?
Cosas sencillas, fáciles de encontrar en la vida cotidiana, y que se potencian cuando son compartidas: re-encontrarme con mi familia, una salida y charla con amigos, un logro de nuestro equipo de trabajo, una rica comida para disfrutar sin apuros ni corridas. Afortunadamente, la lista es larga…

¿Qué te pone de mal humor?
Nuestro equipo suele cargarme, porque ya saben cuándo algo me va a poner de malhumor y se divierten adivinando cuáles serán mis reacciones. En particular, la falta de eficiencia y el no hacerse responsable por las consecuencias de los propios actos son cosas que me mal predisponen muchísimo.

¿Tu virtud preferida?
La tenacidad y la perseverancia. El no dar por perdido algo ni aun cuando parece perdido. Hay que tener cuidado porque mal administrada puede derivar en terquedad o transformarse en un gasto innecesario de tiempo y energía, y la línea suele ser muy delgada.

¿Cuál es tu principal defecto?
En esto no tengo dudas: la ansiedad. Regularla es un desafío permanente.

¿Cómo te imaginas en el futuro?
Espero que habiendo aprendido a regular de manera automática esa ansiedad de la que hablaba en la respuesta anterior. Y disfrutando de las cosas que hoy me traen felicidad.

¿A quién admirás?
A muchísimas personas, de diferentes ámbitos y por los más variados motivos. Si tuviera que hacer una elección, elegiría a mis cuatro abuelos, a quienes admiré desde chica.

¿Tu músico favorito?
No sé si tengo un “favorito”, pero en mi tope de lista sin dudarlo están Luis Alberto Spinetta, entre los nacionales; y Freddie Mercury, entre los internacionales.

¿Qué deporte practicas o te gustaría practicar?
Nunca me caractericé por ser muy deportista, aunque me gustaría retomar la natación.

¿Cuál es tu serie de televisión favorita?
Con las series me pasa que no termino de enamorarme de ninguna, pero veo muchas.

¿Cuál es tu dispositivo tecnológico/app preferido?
Cualquiera que me permita organizar las tareas pendientes, y hacer un correcto seguimiento desde cualquier lugar.

¿Qué herramientas tecnológicas te resultan útiles?
La posibilidad de acceder a las redes internas del trabajo, facultad, etc. de manera remota; los teléfonos que incluyen todo en uno: todo lo que simplifique la gestión de actividades.

¿Qué te gustaría hacer en el futuro que hoy no podes?
Respondo este cuestionario mientras continúan la cuarentena y el ASPO, por lo que la respuesta es: compartir un buen asado con mi familia, que reside en el interior, acunando a mi sobrino que nació hace 6 meses y a quién solo pude ver en dos ocasiones.