Ambas Cámaras del Congreso de los Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para que sea convertido en ley una iniciativa de la Administración Bush mediante la cual el Gobierno de ese país podrá realizar escuchas en las comunicaciones de los norteamericanos y de aquellos ciudadanos que sean sospechosos de terrorismo. Uno de los puntos más polémicos del proyecto se basa en que se garantizará la inmunidad de las empresas de telefonía que colaboraron y colaborarán con el polémico programa de escuchas que es llevado adelante sin ninguna orden judicial. Según establece el polémico proyecto, en el supuesto caso de que el Pentágono requiera que sean grabadas las conversaciones de una persona invocando cuestiones de seguridad nacional, las empresas telefónicas deberán permitir que se escuchen las conversaciones que dicha persona mantenga durante una semana. Es importante resaltar, que los legisladores norteamericanos se vieron presionados por el poder ejercido por las empresas de telecomunicaciones, las cuales eran sometidas a demandas millonarias por prestarse al espionaje solicitado por el gobierno. Luego de varios meses de disputas y debate entre los demócratas y los republicanos, el jueves pasado los representantes de ambos partidos llegaron a un acuerdo que a lo largo de esta semana será votado por ambas Cámaras del Congreso.