1) Tener un gran conocimiento de su empresa, su "primer y único cliente". Ha de conocer al detalle sus actividades, cómo está organizada, su plan estratégico,... en definitiva, el conocimiento de la organización facilitará la tarea de detección de áreas de trabajo y el mejor desempeño de las funciones del abogado de empresa.
2) Tener un nivel de colaboración y comunicación óptimo con el resto de departamentos staff y con la dirección de la empresa. La confianza, colaboración y comunicación con el equipo directivo y resto de departamentos será fundamental para prevenir contingencias o problemas en cualquier área de la compañía y, en su caso, gestionar responsabilidades compartidas por varios departamentos (por ej.: el área jurídico- laboral con el Dpto. de RRHH).
3) Estar presente en la organización y a disposición de todos los integrantes de la misma. El personal de la compañía ha de conocer la asesoría jurídica interna, sus funciones, sus integrantes. A través de notas internas o comunicaciones se pueden trasladar conocimiento e instrucciones a la organización, y asimismo se recibe feed-back de ella.
4) Ser un todo-terreno legal. Aunque el abogado "in house" pueda ser especialista en áreas legales concretas (muy probablemente mercantil, fiscal o laboral), tendrá que manejar también con soltura los fundamentos de las ramas del derecho que no constituyan su especialidad para atender las necesidades globales de la compañía.
5) Elegir adecuadamente los apoyos en despachos externos con vocación de partners. Se trata de cubrir con la asistencia de abogados o despachos externos aquellas áreas que hayan decidido reforzarse o a las que el trabajo del abogado de empresa no aporte valor. Esta elección requiere el compromiso por parte de los abogados externos de adaptarse al abogado "in house" e involucrarse con la compañía.
6) Prevenir y prever las consecuencias legales de cada uno de los pasos o proyectos que la compañía va acometiendo. Asesorar adecuadamente a los órganos de dirección de la empresa para que tenga conocimiento de las implicaciones legales de cada decisión.
7) Prevenir los efectos que los cambios y modificaciones legales pueden ocasionar en la compañía.
8) Mantenerse siempre actualizado y en contacto con otros compañeros y profesionales. La soledad del abogado "in house" no puede derivar en una deficiente prestación del servicio, por ello el networking y la formación continua deben ser una piedra angular en su día a día.
9) Conciliar la faceta directiva (o empresarial) con la legal. El abogado de empresa está en la mejor de las posiciones para no actuar sólo como abogado o experto en derecho, sino para intentar aportar soluciones que tengan en cuenta y valoren la situación de la empresa.
10) Aportar valor, aportar valor y aportar valor a la empresa...a fin de cuentas como departamento interno y personal de la empresa la función del abogado de empresa consiste en, a través de la planificación, el asesoramiento y la defensa de los intereses de la compañía, generar el mayor beneficio/ valor para ésta.
Por José Luis Luceño Oliva
Fuente: Legaltoday.com
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