El organismo conducido por Ricardo Echegaray determinó que todas las compañías que  posean vinculación con cualquier sujeto constituido, domiciliado, radicado o ubicado en la Argentina o en el exterior deberán empadronarse en un nuevo registro.

Una vez que las compañías se encuentran en la nómina tendrán que informar de forma mensual las operaciones que realicen en el país, como la venta y compra de bienes, alquileres y contratos, entre otras.

Este seguimiento, que tiene como objetivo profundizar las investigaciones que recaen en las compañías de un mismo grupo económico, también deberá ser respetado por los fideicomisos.

Las empresas categorizadas como Grandes Contribuyentes deberán realizar el trámite antes del primero de abril, mientras que las demás compañías tienen tiempo hasta el 1 de julio.

El objetivo fundamental de la modificación es terminar con la evasión que se presenta a través de maniobras llevadas a cabo por empresas que pertenecen a un mismo grupo económico, las cuales son más difíciles de detectar para el fisco.

Por otra parte, las Uniones Transitorias de Empresas (UTE) y las Agrupaciones de Colaboración que operan en el comercio exterior deberán registrarse ante la AFIP y dejar asentados los contratos. Asimismo, estarán obligados a declarar mensualmente el detalle de las importaciones realizadas.