El demandante solicitó ante la justicia que se lo declare como dueño de la mitad del departamento que había comprado su compañera afectiva y del cual figuraba como copropietario en la escritura.
La Sala E de la Cámara Civil desestimó el reclamo del concubino por el 50 por ciento de la propiedad que habitó junto con su ex pareja porque no pudo demostrar que hubiera aportado dinero para la compra.
Además, el actor tampoco contribuyó con pruebas que demostraran el abono de una parte de los gastos de impuestos y servicios que el inmueble generó durante la convivencia.
La resolución, con la firma de los jueces Fernando Racimo, Mario Calatayud y Juan Carlos Dupuis, manifestó que “la sola existencia de un concubinato no hace nacer, por sí mismo, un condominio”.
El abogado de la mujer, Gustavo Soler, expuso que durante la convivencia fue ella quien afrontó con los gastos de servicio, mantenimiento y cargas. Además, explicó que el concubino “no acreditó trabajos e ingresos que permitieran suponer su capacidad económica para la compra del inmueble”.
En tanto, se remarcó que la mujer involucrada tuvo un “gesto moral” con su ex pareja ya que él no tuvo participación económica en la operación de compra del departamento.
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