Por Gustavo Garrido y María Marta Cancio
Estudio Garrido Abogados
La industria del software abrió una nueva ventana de oportunidades para la consolidación y futura inserción de la Argentina en el mundo globalizado. La combinación de diferentes factores, tales como los recursos humanos calificados, la infraestructura de las comunicaciones, los costos y los beneficios impositivos existentes, le dan al sector el potencial necesario para aumentar su presencia internacional tanto en América latina y en los Estados Unidos como en Europa.
En el país, opera un importante número de empresas internacionales que ejercen un rol destacado en la industria del software tales como Huddle Group, Sia Interactive, Axoft, Neoris, Neuralsoft, Sistran, T-Systems, y muchas otras. Asimismo, la proyección internacional de las pequeñas y medianas empresas (pymes) argentinas es cada vez mayor, ya que, según surge del estudio realizado por la Comisión de Exportaciones de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI), existen al menos 100 oficinas de compañías de software argentinas en el exterior que emplean aproximadamente a 1.500 personas. Entre ellas, MercadoLibre, que posee una oficina en Silicon Valley.
Según el Ministerio de Industria de la Nación, las ventas de la industria de software y servicios informáticos experimentaron un crecimiento anual del 278% en los últimos seis años y las exportaciones un 329%. El principal destino de las exportaciones son los países de América latina, Estados Unidos, Canadá, Italia y España. Esta extraordinaria performance también ha generado un aumento del empleo en el sector equivalente a un 240% desde 2005.
El Gobierno argentino ha estimulado el desarrollo de las industrias de software y servicios IT. La Ley 26.692, promulgada recientemente, introdujo una importante enmienda a la Ley N° 25.922 de Software. Los principales beneficios son:
1. Estabilidad fiscal hasta el 31 de diciembre de 2019. Este beneficio estará vigente para cada beneficiario, a partir de su inscripción en el Régimen de Promoción de la Industria del Software y no alcanza a los derechos de importación y exportación, ni a los reintegros a las exportaciones. Por otro lado, alcanza a todos los tributos nacionales -impuestos directos, tasas y contribuciones impositivas- y significa que los beneficiarios no podrán ver incrementada su carga tributaria total nacional al momento de su incorporación al régimen.
2. Los beneficiarios tendrán tres años, a partir de la registración, para acreditar la obtención de la certificación de calidad correspondiente a fin de mantener los beneficios impositivos.
3. Los beneficiarios podrán convertir en un bono de crédito fiscal un importe equivalente al 70% de las contribuciones patronales efectivamente pagadas sobre la nómina salarial de la empresa. Este bono podrá utilizarse para la cancelación de tributos nacionales, con excepción del impuesto a las ganancias.
4. Reducción del 60% en el monto total del Impuesto a las Ganancias tanto para las ganancias de fuente argentina como para las de fuente extranjera.
5. Los beneficiarios no serán sujetos pasibles de retenciones ni percepciones del Impuesto al Valor Agregado.
6. Liberación de restricciones cambiarias presentes o futuras para el pago de importaciones de hardware y demás componentes de uso informático que sean necesarios para las actividades de producción de software.
A nivel local, las provincias también han otorgado beneficios impositivos y de oportunidades de ubicación a la actividad del software, entre las cuales podemos destacar el “Polo IT Buenos Aires” en el que se encuentran radicadas más de 80 compañías argentinas.
Considerando que existen más de 1.600 compañías de software y que se espera un mayor crecimiento a nivel nacional e internacional, la consolidación de la industria por medio de fusiones y adquisiciones cobrará mayor relevancia.
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