A pesar de la batalla legal entre Argentina y los fondos buitre por la deuda externa, George Soros posó sus ojos sobre la petrolera y compró 8,47 millones de acciones en el segundo trimestre.
Con esta adquisición, que convierte a YPF en la mayor compañía en la cartera de inversión del fondo, Soros dobló su participación dos años después de la expropiación a Repsol.
De esta manera, el inversor de origen húngaro controla el 3,5 por ciento del capital, por un valor total de 450 millones de dólares, suma que lo convierte en el cuarto mayor accionista.
Repsol y Chevron, por su parte, se encuentran multiplicando la inversión en los yacimientos de Vaca Muerta, lo que puede convertir a la Argentina en uno de los mayores productores de hidrocarburos no convencionales.
Los influyentes gestores Richard Perry, de Perry Capital, y Dan Loeb, de Third Point también incrementaron sus posiciones accionarias. Lazard, el segundo mayor accionista, redujo su participación al 4,38 por ciento.
Soros realizó la compra el pasado 30 de julio, semanas antes de que Argentina entrara en default. También reforzó posiciones en la aseguradora AIG, Facebook y Apple.
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