Desde que comenzó el año, la Dirección General de Protección del Trabajo llevó a cabo más de 33 mil inspecciones en diferentes establecimientos fabriles y comercios, sobre todo en obras en construcción y talleres textiles, con la finalidad de verificar el cumplimiento de las normas vigentes en materia laboral. A través de las fiscalizaciones efectuadas por dicho organismo, el cual depende de la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires, se pretende conseguir la formalidad laboral de los trabajadores de la ciudad a través de medidas preventivas, educativas y sancionadoras, con el fin de evitar que se produzcan accidentes como los ocurridos en ocasiones anteriores. Desde dicho organismo, destacaron que a través de las inspecciones que realizaron durante este año, se logró alcanzar una mayor normalización en aquellos casos en los que se habían detectado incumplimientos. El funcionario a cargo de dicha dirección, Nicolás Siseles, destacó que el objetivo de las inspecciones no es cerrar las fuentes de trabajo de los establecimientos fiscalizados, sino que por el contrario, el objetivo radica en hacer cumplir todas las leyes, sobre todo en lo referido a la seguridad laboral.