En España, un hombre que había sido despedido diez días después de que le diagnosticaran cáncer, decidió presentar una demanda contra la empresa en la que se desempeñaba, tras argumentar que su enfermedad había sido la causal de su despido. En la demanda, el hombre de 45 años que se desempeñaba en Lico Operador de Banca – Seguros, solicitó que la extinción del contrato sea considerada nula por vulnerar derechos fundamentales. El demandante, Joan Ramón Vilamajó se encontraba trabajando en la compañía de forma temporal, empezando a acudir al médico por tos y fiebre durante dicho período. Luego de comunicar su diagnóstico a la empresa, fue despedido por cuestiones disciplinarias, alegando la compañía de seguros que no se habían presentado partes de confirmación sobre su situación de incapacidad temporal. El afectado reclama una indemnización por despido improcedente y daños morales, mientras que la empresa niega que el despido se deba a la enfermedad del demandante.