Marcial Fernández Galindo (*)

Si no hubieras estudiado derecho, ¿a qué te habría gustado dedicarte? 
La pasión por las ciencias jurídicas y los negocios me llevó a especializarme en derecho corporativo. Por eso, si no hubiera estudiado Derecho, con seguridad habría elegido la carrera de Administración de Empresas. Siempre me ha atraído el papel que juegan las empresas en la economía: un mundo vibrante, cambiante y lleno de desafíos. Me motiva esa adrenalina de generar resultados y llevarlos al siguiente nivel.

 

¿Qué superpoder pensás que tenés o te gustaría tener? 
Me encantaría poder teletransportarme de un lugar a otro para seguir conociendo nuevos lugares y culturas, ser eficiente con mi tiempo y, al mismo tiempo, volver rápido a casa con las personas que más quiero.

 

¿Qué te ayuda a mantener los pies en la tierra? 
Las personas más importantes son mi familia. Mis hijos, mi esposa y mi madre son anclas que me ayudan a tener los pies sobre la tierra y a llevar el viaje de la vida enfocado en lo importante que es equilibrar lo profesional con lo personal.

 

¿Hay algún libro que te haya marcado o que siempre recordás? 
Yo creo que son varios, pero sí me marcó mucho “El sueño del celta”, de Mario Vargas Llosa. Creo que la riqueza y crudeza del detalle, y la forma de describir a los personajes, así como el ambientarse en la época con el lujo de detalle, me transportaron a los lugares de manera muy vívida, marcándome lo duro y difícil de la vida en una sociedad en épocas coloniales y de explotación de recursos, que generaron grandes negocios sin la tecnología o información con la que contamos hoy en día.

 

¿Qué música suele acompañarte en tu rutina? 
Soy multifacético en cuanto a los géneros de música, pero, a la hora de elegir, siempre me acompaña el rock de los 90's y 2000's, además de los buenos clásicos como los Rolling Stones. Con ellos, la inspiración llega por defecto.

 

¿Qué documental o película te dejó pensando? 
La escena de apertura en la playa de Omaha en “Salvando al Soldado Ryan” me impactó tanto que, desde entonces, me volví un fanático de la historia, en especial de todo lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial. He visto muchas películas vinculadas y leído mucho al respecto, tanto ficción como hechos reales, y, hasta la fecha, me sigue asombrando cómo este episodio de la humanidad marcó la vida de millones de personas de muchas formas y fue el que modeló el mundo moderno en el que hoy en día vivimos.

 

¿Qué cosas cotidianas te hacen feliz? 
El poder jugar una hora de tenis o correr 5 kilómetros temprano en la mañana me da la dosis de energía que se necesita para llevar adelante el día.

 

¿Qué dispositivo o app usás más y por qué? 
Recientemente descubrí “Headway”, una app que te resume los libros que te puedan interesar. Con ello, se acabó la excusa de no tener tiempo para iniciar uno nuevo y en lo que te imagines.

 

¿Qué viaje tenés pendiente y te gustaría hacer? 
Un viaje que me encantaría hacer en familia es ir a Japón. Todos somos muy fanáticos de su comida, cultura y admiramos su innovación tecnológica y su sentido de respeto y contribución a la sociedad. Asimismo, creo que el poder conocer el sudeste asiático sería una experiencia totalmente enriquecedora y transformadora. Muchísima historia y una cosmovisión de la vida distinta a la nuestra, además de las playas y la comida, por supuesto.

 

Si pudieras automatizar una parte de tu día… ¿cuál sería?
Considero que la Inteligencia Artificial llegó para quedarse y ayudarnos a aliviar nuestro día a día, precisamente con herramientas que nos permitan automatizar ciertas tareas de nuestra vida que no son siempre las más atractivas de realizar. Definitivamente, el poder automatizar el “micro-management” o responder correos electrónicos de baja complejidad sería muy bien recibido.

 

¿Cómo te llevás con la inteligencia artificial? ¿Estás más del lado escéptico, curioso o entusiasta?
De momento, estoy del lado exploratorio. Siento que todavía no aprovecho ni el 10 % del potencial que la IA te puede dar. De momento, mientras no exista realmente un cambio significativo en ciertas funciones o soluciones que brinda, el ser humano sigue siendo el pilar de la sociedad y los trabajos, y esta es una herramienta que ayuda a potenciar y complementar ese desempeño.

 

¿Tenés alguna frase o lema que te represente?
Tengo dos frases que definen mi personalidad y cómo afronto la vida y los problemas. “Work hard, play hard”, que me inspira a siempre dar el máximo y que todo esfuerzo siempre tiene recompensa. Y “Rangers: Lead the way”, que lo aplico a mi equipo y a la firma. Claro que ya apropiado y modificado por PPO: “Always leading the way”, ya que somos un equipo disruptivo que ha cambiado la abogacía en Bolivia y ha obligado a romper lo tradicional por un enfoque moderno y ligado a las nuevas tendencias y tecnologías en el ejercicio de la profesión.

 

¿Qué hábito digital no podés soltar (aunque te gustaría)?
Por suerte, dejé el hábito de responder correos de trabajo temprano, antes de que salga el sol, por el de scrollear sin sentido los reels de Facebook (que creo que ya nadie usa) para informarme de los acontecimientos políticos, deportivos y de coyuntura global.

 

¿Preferís un after office informal o un desayuno profesional? 
Al ser una “morning person”, valoro mucho la eficiencia y productividad que puedo tener y aportar en las mañanas, por lo que prefiero atender todas las tareas y análisis profundos durante las primeras horas del día. Por ello, para luego poder conversar y conectar con clientes o colegas, prefiero el after office informal, ya que en ese momento no todo gira alrededor del trabajo y las personas se conocen a nivel más personal, generándose relaciones más estrechas.

 

¿Qué pregunta te gustaría que te hagan más seguido?
Me gusta mucho la gente con iniciativa y que está comentando sobre las nuevas tendencias y formas de hacer las cosas o negocios. Es importantísimo evolucionar y 'moverse' todo el tiempo. El poder interactuar con ese perfil de personas me ayuda a mí mismo a romper el molde y adaptar nuevas formas y conocimientos.

 

 

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(*) Marcial Fernández Galindo es socio de PPO Abogados, donde forma parte de los equipos de Derecho Societario y Derecho Público. Su práctica profesional se centra en el asesoramiento a empresas multinacionales y locales en Bolivia, incluyendo desde consultas societarias básicas hasta operaciones complejas como fusiones, escisiones, transformaciones, ventas de establecimientos y cierres de negocios. También asesora en la estructuración de inversiones extranjeras con un enfoque corporativo y regulatorio.
Antes de unirse a PPO, fue asociado senior en FERRERE y en Regi Abogados, y se desempeñó como asesor legal en Soboce S.A., además de haber trabajado en otras destacadas firmas legales y empresas del país.
Complementa su práctica profesional con actividad académica, participando como docente invitado y conferencista en temas de derecho corporativo, inversión extranjera y regulación empresarial.
Es abogado por la Universidad Católica Boliviana y cuenta con una Maestría en Derecho Comercial por la Universidad Carlos III de Madrid.

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