El pasado 23 de agosto concluyeron en Buenos Aires, luego de dos años y diez rondas, las negociaciones de un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA por sus siglas en inglés), integrada por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. La zona de libre comercio del EFTA comprende 14 millones de personas con uno de los poderes adquisitivos más altos del mundo, sumando un PBI de 1.2 billones de dólares y con una participación muy destacada en el comercio internacional.
La conclusión del acuerdo incluye materias arancelarias y regulatorias como comercio de bienes, servicios, inversiones, compras gubernamentales, facilitación del comercio y cooperación aduanera, obstáculos técnicos al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, desarrollo sostenible, competencia, defensa comercial y propiedad intelectual. Se prevé que con la entrada en vigor del acuerdo, el EFTA elimine todos los aranceles de importación de productos industriales del Mercosur (incluyendo pescado y otros productos pesqueros) y el Mercosur elimine o reduzca gradualmente los aranceles de importación de la mayoría de los productos industriales (incluyendo pescado y otros productos pesqueros) del EFTA en un período de hasta 15 años.
Es importante destacar que, juntamente con el acuerdo arribado con la Unión Europea, el Mercosur a partir de este nuevo acuerdo tendrá acceso preferencial a casi la totalidad del mercado europeo, lo que representa una gran oportunidad para el desarrollo económico de la región.
En el siguiente link se puede consultar el texto del acuerdo (que aún debe redactarse formalmente y aprobarse por los países involucrados): https://www.efta.int/sites/default/files/documents/legal-texts/free-trade-relations/mercosur/19-08-24-EFTA-Mercosur-Chapter-Description-of-FTA.pdf
Por Augusto Vechio
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