Al igual que lo ocurrido con su casa matriz de Estados Unidos, la filial local de la cadena multinacional de alquiler de películas Blockbuster cerró definitivamente sus operaciones en Argentina luego de que la Justicia le decretara la quiebra.
A pesar de que se esperaba esta noticia, lo que llamó la atención de los acreedores de la empresa fallida es la forma desordenada en la que se llevó a cabo del proceso de reestructuración de la compañía.
Se estima que Blockbuster deja en Argentina un pasivo de 26 millones de pesos, contra activos por 17 millones de pesos, siendo la mayoría de los acreedores los propietarios de los locales en los que funcionaban las sucursales, así como también los 300 empleados de la firma quienes no recibieron ningún tipo de remuneración desde el pasado mes de octubre.
La mayoría de los empleados, ya se habían considerado despedidos en el mes de noviembre, como consecuencia de que no tenían ninguna actividad para realizar, y tampoco habían sido despedidos formalmente, debido a que la compañía no les había enviado los respectivos telegramas de despido.
Por otro lado, los proveedores de la compañía también deberán presentarse ante el Juzgado Nº 8, Secretaría Nº 16, donde tramita la quiebra, para poder cobrar sus deudas, las que ascenderían a los 3 millones de pesos.
Blockbuster había desembarcado en Argentina en la década del 90, llegando a contar en el año 2000 con 86 sucursales, pero la firma se vio fuertemente afectada cuando entró en default su casa matriz y frenó el financiamiento que recibía la filial local desde el año 2007, mientras que también se vio fuertemente afectada por la imposibilidad de pelear contra la piratería y la competencia desleal.
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