En el marco de una investigación que lleva adelante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por presunta evasión impositiva agravada equivalente a un monto aproximado de 1100 millones de pesos, por orden del Juzgado Federal de Río Cuarto, a cargo del juez Carlos Ochoa, se efectuaron diversos allanamientos en distintas oficinas de la cerealera Bunge en todo el país.

En la denuncia realizada ante el Juzgado Federal de Río Cuarto, la cual es la jurisdicción correspondiente a la sede de la administración central de la empresa, la AFIP acusó a la empresa de triangular ventas de granos para evitar el pago del Impuesto a las Ganancias, tras señalar que fueron detectadas varias maniobras tendientes a eludir el pago de la carga impositiva, tales como la comercialización a través de filiales de baja tributación, cuando el destino real de los productos es otro, mientras que ante el fisco se declaran valores inferiores a los precios de venta.

De acuerdo a lo denunciado por el organismo recaudador, los granos de Bunge serían vendidos a la filiar uruguaya, donde la empresa cuenta con una pequeña oficina en la zona franca de Montevideo, de donde serían enviados a los destinos de exportación. Según la AFIP, a través de esta operación, la empresa habría reducido sus pagos en Ganancias en más de 1100 millones de pesos.

Ante la denuncia del fisco, el juez Carlos Ochoa, envió exhortos a los juzgados competentes de las localidades en donde la empresa tiene oficinas o acopios, a fin de llevar a cabo los allanamientos, los cuales tuvieron lugar a las ciudades de Córdoba, San Nicolás, Rosario, Quequén, Bahía Blanca y Buenos Aires.