La Organización Mundial de Comercio (OMC) recibió una demanda de la Argentina a la Unión Europea (UE) motivada por la implementación de restricciones al ingreso de biodiesel nacional a países del mencionado continente.

El conflicto, en particular, se proyecta contra Francia, Italia, Bélgica y Polonia, países donde las leyes comerciales, según lo difundido por las autoridades argentinas, son violatorias de los tratados de la OMC.

Cabe recordar que el continente europeo es el principal destino de las exportaciones argentinas de biodiesel desde que, en el 2006, se produjo el negocio. Hace un año atrás, la relación comercial empezó a experimentar complicaciones, con un virtual congelamiento de la producción de biodiesel nacional.

Ahora y al igual que el año pasado, Argentina recurrió al mecanismo de solución de diferencias del organismo internacional, el cual tiene sesenta días para convocar a las partes a una audiencia antes de que el Gobierno Nacional solicite la conformación de un panel, a modo de juicio internacional.

Con respecto a las acusaciones del Ejecutivo, se pueden destacar el presunto dumping y las cuestiones medioambientales. Por su parte, la UE sostiene que las emisiones de gases efecto invernadero en el proceso de elaboración de biodiesel nacional están por encima de las deseadas, a pesar de que el país lo niega.

Las firmas que nuclean la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) mostraron una postura positiva y respaldaron, a través de un comunicado, la decisión del Gobierno Nacional de presentarse ante el Organismo Internacional.