La causa se inició a partir de la denuncia de trabajadores de las dos compañías por ser expuestos a sustancias tóxicas en una antigua fábrica de pesticidas en el estado de San Pablo.
De esta manera, el grupo químico alemán BASF y la firma de hidrocarburos anglo-holandesa Shell deberán abonar 400 millones de reales en concepto de daño moral colectivo e indemnizaciones.
Aquellos trabajadores que fueron expuestos a las toxinas mencionadas serán indemnizados con 170 millones de reales (85 millones de dólares). Asimismo, tendrán garantizadas la atención médica y odontológica integral de forma vitalicia.
Este acuerdo colectivo podrá ser aceptado por 84 personas más con la condición de que cancelen las acciones legales individuales que habían interpuesto en el plazo de 60 días. De sucederse, el desembolso de la empresa se incrementaría en 30 millones de reales.
Por otra parte, el acuerdo prevé una indemnización por daño moral colectivo de 200 millones de reales, el cual será destinado a entidades con programas de prevención y cuidados de víctimas de intoxicación.
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