Se estima que el Gobierno porteño impulsará en la Legislatura un proyecto de ley para la creación del Defensor del Cliente, una figura que propone la autorregulación de las empresas en materia de Defensa del Consumidor. De esta manera, la iniciativa pretende que las empresas situadas en el ámbito porteño puedan resolver los conflictos con los consumidores sin necesidad de llegar a la vía administrativa. Según estipula el proyecto, dentro de los 10 días siguientes al fracaso del reclamo del cliente con la empresa obligada, interviene el Defensor, siendo ello un procedimiento gratuito puesto a disposición del cliente. Con la intervención del Defensor del Cliente, los consumidores que se encuentren insatisfechos con una compra o la prestación de servicios podrán acercarles sus quejas y éste actuará tratando de solucionar el conflicto ante la respectiva firma. La iniciativa aclara que dicha figura no cumplirá funciones administrativas ni judiciales, sino que cada una de las firmas deberá establecer su propio procedimiento debiendo informarlo al consumidor para que defina su aceptación o no sobre el mismo. Con la nueva figura, no se obstaculizarían las otras vías a las cuales podrían recurrir los clientes, tales como la administrativa, a través de la Dirección General del Consumidor de la Ciudad, la que podrá aplicar una multa en los casos en que corresponda, así como la vía judicial, donde se puede solicitar un reclamo económico por el daño sufrido.