En el día de ayer, comenzó a desarrollarse un juicio contra una abogada acusada de haberse apropiado del dinero que por error un anciano había colocado en su caja de seguridad. La abogada se encuentra acusada del delito de “apropiación ilícita de cosa por error”, luego de que un anciano dejase por equivocación en su caja de seguridad de un banco de Recoleta la suma de 197.800 dólares. En el juicio oral iniciado en el día de ayer, la mujer declaró ante el Juzgado Nacional Correccional 9 porteño, que el hecho se trató de una confusión, a la vez que sostuvo que ella dejó su dinero en la caja de seguridad del anciano pensando que era la suya. El hecho ocurrió en el año 2005, cuando la abogada se encontraba efectuando movimientos con su caja de seguridad. Luego de abrir su caja se retiró a un box privado, mientras que al mismo tiempo un anciano  (fallecido en el 2007), coincidió con la abogada en el subsuelo de la entidad bancaria situada en Callao y Las Heras, donde se había dirigido para depositar dólares en su caja de seguridad. Los investigadores determinaron que el anciano colocó por error su caja de seguridad en el casillero de la abogada, mientras que esta puso el suyo en el del anciano, sin advertir la confusión. Sin embargo, a la semana siguiente de efectuados dichos movimientos, la abogada regresó al banco a realizar nuevos movimientos con su caja de seguridad, cuando descubrió la suma de 197.800 dólares depositadas en la misma, extrayendo dicha suma sin denunciarlo al banco. Cuando el anciano regresó al banco determinó que no se encontraba su dinero, habiendo en su lugar una  suma de 66 mil euros y 7.600 dólares, junto con acciones a nombre de la abogada. Luego de denunciar el hecho al banco, la mujer fue llamada abrir su caja de seguridad, la cual se encontraba vacía. Según la declaración efectuada por la esposa del damnificado fallecido, el dinero de su esposo se encontraba destinado a comprar un departamento, asegurando que los nervios producidos por la pérdida del dinero precipitaron la muerte de su esposo. Por su parte, la abogada sostuvo que dentro de su casillero no había nada, a pesar de reconocer que se equivocó al colocar su caja en el del anciano.