La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo consideró que el despido del actor no era ajustado a derecho, debido a que no se había podido demostrar la discusión que fue invocada como causal de despido del mismo.
En la causa “Monti Mariano Rubén c/ Hipódromo Argentino de Palermo S.A. s/ despido”, la Sala V consideró que no se ajustaba a derecho el despido del actor, debido a que los testigos ofrecidos no habían presenciado la supuesta discusión que motivó el insulto.
En tal sentido, los camaristas sostuvieron que tales declaraciones no estaban basadas en hechos que ellos hubiesen presenciado, sino que se enteraron de lo ocurrido por medio de comentarios.
Por otro lado, los jueces entendieron que en el supuesto de considerar válido el testimonio “solitario” de uno de los testigos quien afirmó que el actor había insultado a la demandada, en ningún momento especificó en qué consistieron tales insultos, así como tampoco la precisión de los términos vertidos, lo cual imposibilita que el juzgador pueda apreciar si los mismos son insultantes o si menoscaban en realidad la dignidad del superior jerárquico.
Para fallar en tal sentido, los jueces tuvieron en cuenta que la supuesta discusión se produjo en el momento en que se le estaba notificando al actor la aplicación de una sanción, sobre la cual el apelante omitió efectuar una explicación sobre la situación que diese lugar a la misma.
En el fallo emitido el pasado 2 de agosto, tras tener en cuenta que de acuerdo a las declaraciones aportadas por diferentes testigos durante el transcurso de la causa, durante un extenso periodo de tiempo y en forma continuada, al actor le fueron asignadas tareas que no eran propias de su categorías a la vez que se le impedía tomar contacto con el resto del personal, los jueces consideraron que correspondía resarcir el daño moral reclamado.