A raíz de un descenso en la carga de trabajo de la oficina, el despacho internacional Lovells decidió cerrar su sede en la ciudad de Chicago, habiéndose tomado dicha decisión con anterioridad al acuerdo de fusión celebrado entre la firma con Hogan & Hartson. Si bien los medios especializados británicos comunicaron que la decisión será ratificada por los actuales socios en quince días, el socio director de la firma manifestó que el cierrer de la oficina en Chicago se debe a que a pesar de los esfuerzos mantenidos por los socios de esa sucursal, no se espera que la situación de la oficina cambie, remarcando que Hogan & Hartson son conscientes de ello y comprenden los motivos de la decisión. En la oficina de la ciudad norteamericana ubicada a orillas del lago Michigan, la cual fue abierta en 1995, estando dirigida desde un principio a los mercados de seguros y reaseguros con un fuerte enfoque hacia el arbitraje, se desempeñan en la actualidad 47 personas, incluidos 7 socios y 15 profesionales, desconociéndose aún que sucederá con su situación laboral. Si bien Hogan & Hartson no posee oficinas propias en Chicago, posee sedes en más de diez ciudades norteamericanas, por lo que existe la posibilidad que estos profesionales puedan ser trasladados a otras oficinas de la nueva firma que se conformará tras concretarse la fusión, la que se llamará Hogan Lovells. La firma Lovells, cuya sede central se encuentra ubicada en Londres, es una de las firmas legales más grandes del mundo, contando con más de tres mil empleados situados en 28 oficinas ubicadas en Europa, Asia, Oriente Próximo y Estados Unidos.