Muchos despachos temen formar a sus abogados, por el miedo a que luego se vayan al tener un mejor perfil, pero no se preocupan de que los que no se forman, sean los que se queden en la Firma bajando el nivel técnico en relación al mercado.
A pesar de esto, no toda la formación es necesariamente buena, pues llega un momento que cuando ésta es desordenada, solo causa desinterés y saturación, lo que conduce a que la "buena formación" no se realice y se pierda esa oportunidad de crecimiento.
Por esto, es fundamental que este camino de aprendizaje se haga de forma inteligente, organizada y progresiva.
La elección de la misma, se debe basar en varios pilares como son:
¿A dónde quiere llegar el despacho?:
Aquí es importante saber si su segmento objetivo son clientes individuales, Pymes o Empresas grandes, ya que esto condicionará tanto la formación técnica como la de habilidades.
En relación a la técnica, si el objetivo es la gran empresa, se enfocará a la máxima especialización, cuestión que en los otros segmentos se derivará más a los conocimientos generales, para poder ofrecer un multiservicio.
En habilidades, habrá que definir el perfil deseado de este tipo de clientes y reforzar las que sean necesarias; por ejemplo, si el cliente es una gran empresa, se necesitará un abogado con dotes comerciales, con comunicación exquisita y con un alto poder de síntesis en la oferta y resultados.
En la Pyme, se buscará alguien que demuestre flexibilidad y disponibilidad y en clientes individuales se deberá resaltar el factor "confianza" y el perfil relativo a esta faceta.
¿Qué formación técnica es necesaria?
Una vez fijado el objetivo empresarial deberemos analizar el tipo de formación requerida pero esta podrá ser:
-Para llenar vacíos de conocimiento
-Para actualización
-Para aprender un tema en concreto.
En todos estos casos el camino debe ser progresivo de forma que no sea "parches" sino cursos con auténtica consistencia.
¿Qué habilidades necesito tener?
En este caso deberemos analizar lo que hay que:
-Reforzar
-Inculcar
Sabiendo en este caso los límites a los que se puede aspirar y con un crecimiento programado.
Formación del entorno:
Debe realizarse para conseguir que cada abogado no está aislado en su mundo sino que aparte de leer las noticias, es capaz de ver el mundo empresarial bajo otros aspectos y para eso cursos de gestión del cambio, lean six sigma etc serán una gran ayuda.
Por estas razones, hay que cuidar especialmente como enfocar le aprendizaje, como elegir los cursos y como realizarlos, pero no apuntarse a cursos de forma infinita, ya que se perderá un porcentaje muy superior al de su aprovechamiento y producirá más de un dolor de cabeza....
Por Pilar Tortosa
Fuente: Expansion.com
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