La automotriz norteamericana General Motors (GM), inició en el día de ayer el procedimiento contenido en el “chapter 11” de la ley de bancarrota norteamericana, donde se declara en bancarrota y solicita la protección del Estado. De esta manera, la gigantesca automotriz de Detroit, inicia un proceso de reestructuración de acuerdo a un plan aprobado anteriormente con los acreedores y con el Tesoro de los Estados Unidos. Mediante dicho plan, GM prevé reducir considerablemente el tamaño de la compañía, dejando al Estado norteamericano un participación de entre un 60 y un 70% de la propiedad. Dentro de dicho plan de ajuste, se espera que la compañía fundada hace un siglo, habiéndose desempeñado durante 77 años como líder en el mercado norteamericano, cierre doce plantas en los Estados Unidos, despidiendo a más de 21 mil trabajadores. Por su parte, General Motors Argentina emitió un comunicado en el día de ayer informando que sus operaciones en el país continúan normalmente, debido a que el proceso de reestructuración iniciado por la casa matriz no afecta a ninguna de las subsidiarios en la región.