Luego de la primera semana de canje para los inversores minoristas, el Gobierno Nacional obtuvo el ingreso de bonos de inversores minoristas por 500 millones de dólares, habiendo sido contabilizada dicha cifra hasta el viernes por la tarde entre los pequeños inversores, a quienes el Gobierno les reservó una emisión de bonos Par (sin quita de capital) por 2000 millones de dólares.

Desde el gobierno apuestan a mejorar el resultado final en los últimos cinco días que le restan, esperando que las órdenes de ingreso de los bonos en default se aceleren, al igual que lo ocurrido en el canje de 2005, para lo cual el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino, podrían volver a viajar a Italia, Japón y Alemania para promocionar el canje en las principales plazas minoristas.

La aceptación en el tramo mayorista alcanzó unos 8.560 millones de dólares, lo que representa el 45% del canje, ubicándose la expectativa del Ministerio de Economía en el 60%, aunque algunas fuentes oficiales prevén que puede llegar al 65 o 70 por ciento.

Estiman que durante la última semana del canje, la oferta argentina se encontrará condicionada en los mercados a raíz de la pérdida de valor que sufrió desde hace varios días como consecuencia de la aversión al riesgo emergente que se activó luego de lo que puede denominarse como “la crisis del euro”.

Si bien entre el capital, el parcial reconocimiento de los intereses pagados y la entrega de nuevas unidades atadas al PBI, la oferta realizada por el gobierno promediaba los 51 dólares para bonistas mayoristas y los 56 dólares para los minoritas al momento de ser oficialmente lanzada,  las sucesivas bajas que sufrieron los títulos argentinos con cotización en lo que va del mes rondan el 20 por ciento entre los más afectados.