El Fin de los Stoppers

Es bastante común que las velocidades de las personas sean distintas, de hecho hasta es bueno, ya que unos aportan la idea, otros la desarrollan y otros la rematan, pero siempre en medio de esta circulación, suele haber alguien que con cierta habilidad, puede parar los procesos.

 

La razón de por qué se han parado las cosas tiene muchas veces su sentido, porque puede que fueran mal encaminadas o con defectos de forma suficientes como para que no siguieran por esa vía, pero otras veces es una postura de comodidad que impide que las cosas fluyan adecuadamente y hacen improductivas las acciones de las demás.

 

También este parón puede deberse a miedo a equivocarse o también por deseo de notoriedad del puesto y a estas personas hay que detectarlas  para que nuestro trabajo no se vea resentido.

 

Esto pasa en todos los ámbitos empresariales y la realidad es que hoy hay que ir más allá de la gestión normal para conseguir los mismos resultados y en este campo ya no hay sitio para este tipo de personas.

 

Es importante identificarlos y ver en que fase de nuestro proyecto les va a tocar actuar para adelantarnos y “negociar previamente” su actividad o si vemos que no va a ser efectivo, el recurrir a otros niveles para que nos ayuden. También es posible que tengan un problema de personalidad por algún complejo previo y en ese caso puede ser oportuno el ofrecer nuestra ayuda basada en el diálogo.

 

La creatividad se debe fomentar y eso va a dar lugar a recelos o miedos en muchas personas, pero hay que evolucionar, “despertarse” y ser conscientes que las palabras “más tarde, luego o ya veremos “ no tienen cabida en la actividad laboral.

 

Al igual que la figura de funcionario está evolucionando para bien, especialmente a lo que ante el trato al cliente se refiere, en cualquier trabajo, hay que cambiar de actitud frente al cliente interno, si ésta no se basa en la productividad y labor de equipo.

 

Si a estos stoppers los ayudamos a evolucionar o los aislamos del entorno, será una especie a desaparecer y la eficiencia de cualquier trabajo será la adecuada y las distintas velocidades se aunarán en el camino de la buena voluntad y la cooperación y esto sin duda, se notará de inmediato en los resultados.

 

Si nosotros creemos que nos podemos parecer a este perfil, pensemos cual es la causa real de este comportamiento y tratemos de subsanarlo por el camino más apropiado, pero no olvidemos que nuestro trabajo es solo una pequeña pieza de la maquinaria empresarial, que por muy pequeña que sea, si se para o ralentiza, puede ser la causa del parón total y eso revertirá sobre nosotros mismos. Todos somos importantes y no debemos querer ser más o menos que los demás, ya que solo lo seremos con nuestra colaboración y ayuda proactiva, para que las ideas de los demás fructifiquen en beneficio de la comunidad.

 

Por Pilar Tortosa
Fuente: Blog Recursos Humanos Condición Sine Qua Non - Expansión.com

 

 

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