Entre los disertantes, se hicieron presentes Daniel Marx, ex director del BCRA, Douglas Elespe. titular de Fix (filial local de la calificadora Fitch, y Hans Humes, CEO de Greylock Capital, fondo de inversión que ingresó a la reestructuración de la deuda soberana
Nicholson y Cano realizó, el jueves 8 de octubre, un webinar gratuito sobre “Reestructuración de deuda corporativa”, con la presencia de expertos locales e internacionales, que abordaron diferentes aspectos luego de las medidas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que afectan al cumplimiento de compromisos en moneda extranjera que deben afrontar varias empresas.
En ese sentido, vale recordar que la Comunicación 7106 del BCRA, que recientemente endureció el cepo al dólar, garantiza a las compañías el acceso a divisas para abonar solo el 40% de lo adeudado en el exterior. Mientras que el resto deberán refinanciarlo en caso de no contar con las divisas. Esta disposición rige solo para aquellas firmas que tengan vencimientos mayores a un millón de dólares al mes, desde el 15 de Octubre al 31 de marzo 2021.
El evento online tuvo como fin analizar este nuevo escenario y estuvo dividido en tres partes: la legal, la financiera y finalmente las perspectivas de Argentina y otros países emergentes.
“El riesgo corporativo hasta hace poco, como lo fue durante décadas, se percibía mejor que el asociado al país. De hecho, en junio del año pasado, antes de las PASO, estaba 240 o 250 puntos debajo de la Nación. Mientras que hoy los corporativos ya están en unos 300 puntos por arriba. Es decir, durante los últimos 15 meses tuvimos una percepción del cambio del riesgo atribuible al sector privado en unos 500 puntos por encima del soberano, que también sufrió un deterioro no menor en las últimas semanas”, señaló Daniel Marx, actual director de Quantum Finanzas y ex director del BCRA, en el panel sobre “El nuevo proceso de reestructuración: actualidad & desafío”, que compartió junto a Douglas Elespe, presidente de Fix (filial local de la calificadora de riesgo Fitch).
Para Marx, esto es principalmente atribuible no tanto a las finanzas corporativas en sí mismas, sino a dificultades de convertibilidad de la moneda e interferencias en el mecanismo de pago. “Este es el motivo por el que se dio el gran salto (del riesgo) en las últimas semanas, luego de conocerse las nuevas acciones regulatorias”, explicó.
“La tasa libre de riesgo cayó 120 puntos básicos en el mundo durante los últimos 15 meses. En ese mismo período, medido por lo que es una tasa promedio de los rendimientos de bonos corporativos en dólares, en Argentina subió unos 1500 puntos, aún cuando la tasa base cayó. Incluso cuando hay algunas compañías internacionales que están recomprando o emitiendo nueva deuda a tasas mucho más bajas, e incrementando el valor de sus acciones en niveles récord a pesar de la recesión internacional. Mientras que acá estamos yendo para el otro lado”, agregó Marx, quien evaluó que la actividad privada debe ser la que impulse el crecimiento de la Argentina.
A su turno, Douglas Elespe afirmó que “el riesgo de transferibilidad al momento del vencimiento de las obligaciones está muy vinculado con la salud financiera de las cuentas externas del soberano. La escasez de reservas y las dificultades en el mercado cambiario generaron esta crisis”.
En ese sentido, remarcó que “las calificaciones muchas veces no tienen que ver con el riesgo intrínseco de las finanzas de una compañía, sino con la tensión en la disponibilidad de divisas en el momento que son requeridas para pagar, algo que no necesariamente depende de la empresa”.
A su vez, el experto informó que son 23 las empresas que desde Fix califican en situación de reestructuración. Mientras que otras calificadoras contarían otras 6, por lo cual serían un total de 29.
Como dato positivo, Elespe resaltó que se trata mayoritariamente de firmas en condiciones "saludables" financieramente y que pudieron atravesar bien la crisis originada por la pandemia. No obstante, evaluó que hay cláusulas de la Comunicación 7106 que aún deben ajustarse, de acuerdo a situaciones puntuales de las empresas.
Al momento de hacer un panorama integral sobre el futuro de la Argentina y otros mercados emergentes, Hans Humes, CEO de Greylock Capital, señaló que “Existe una mayor percepción de riesgo en los mercados emergentes, lo vemos en Turquía, Ecuador y, por supuesto, la Argentina. Los precios (de los activos) bajan y hay un sentimiento de crisis”, dijo.
Además, Humes reconoció que, tras el canje de los bonos argentinos, esperaban que “los precios subieran”. Sin embargo, comentó que “algunos fondos empezaron a vender casi inmediatamente. La caída de precios fue mayor a la que hemos visto en cualquier otra reestructuración en los últimos 20 años”.
En un contexto delicado para la economía global, el inversionista indicó que es “muy difícil que pueda recuperarse un país que antes estaba en crisis como la Argentina, y con una reestructuración pendiente con el FMI, si no hay una solución a la pandemia”.
Aspectos técnicos y legales
En otro módulo del encuentro, referido a las cuestiones legales, Marcelo Villegas, socio de Nicholson y Cano especializado en finanzas corporativas, se centró en los mecanismos de reestructuración para la deuda corporativa de las empresas y las diferentes instancias y momentos, adelantando alguna de las flexibilizaciones que posteriormente fueron confirmadas por las normas de flexibilización del BCRA a la Com 7.106 que fueron anunciadas el mismo 8 de octubre.
Por su parte, Eugenio Bruno, consultor asociado a Nicholson y Cano y ex asesor de la Secretaría de Finanzas de la Nación, se explayó, entre otras cosas, sobre el tratamiento con los holdouts que no acepten una reestructuración y las diferentes instancias judiciales y extrajudiciales.
En otro orden de temas, y en línea con la mayoría de los oradores, que señalaron el profesionalismo y acompañamiento de la CNV.
A su turno, Carlos Albarracín, socio de Milbank, bufete internacional con sede en New York, dijo que el tema de la deuda corporativa no es exclusivo de la Argentina, pese a tener mayores dificultades, y que preocupa a nivel global. “El impacto del Covid ha generado una ola de reestructuraciones a nivel mundial, y de concursos en EEUU. Nosotros tenemos una práctica muy grande de concursos, y me comentaban que en junio presentamos más concursos de empresas que en el Crack del 29. Realmente el impacto del coronavirus ha sido muy severo en el sistema productivo y financiero, más allá de las particularidades de cada país”, ejemplificó.
“Con bancos dispuestos a refinanciar, uno no tiene que tratar de ser tan creativo en buscar toda esta ingeniería jurídica para poder reestructurar. El problema es cuando los mercados están cerrados y la banca no está dispuesta a prestar, En ese caso, hay que evaluar cuáles son las soluciones que le permitan a las compañías, a pesar de esas circunstancias, reacomodar las obligaciones financieras a lo que es la capacidad de generación de caja. Entonces, en ese caso, estas técnicas son realmente muy útiles o indispensables”, añadió.
En cuanto a las nuevas regulaciones del Banco Central, Albarracín concluyó: “Condiciona a las empresas, pero también a los acreedores, que tampoco pueden demandar algo que las compañías no pueden cumplir, porque violarían las normas locales”.
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