En esta edición de Detrás del Traje presentamos a Juan Ignacio Guillán, abogado especializado en derecho empresarial, con posgrados en las Universidades Austral, Di Tella y UCA. Con experiencia laboral previa en PAGBAM y Google, actualmente es Gerente de Legales de LatAm en Grupo QuintoAndar, donde combina creatividad y estrategia para una gestión eficiente de los asuntos diarios de una compañía multinacional. En la charla, el entrevistado comparte su pasión por el campo y la medicina como caminos alternativos al Derecho, y destaca su memoria como principal superpoder. Habla de su afición por el truco y del voluntariado como su cable a tierra. Menciona su admiración por Juan Pablo II y su fanatismo por la serie Law & Order (SVU). También reflexiona sobre el impacto de la IA en la vida cotidiana y su orgullo por la perseverancia diaria. Su lema, “Against All Odds”, resume su forma de encarar los desafíos.
Si no hubieras estudiado derecho, ¿a qué te hubiese gustado dedicarte?
Posiblemente hubiera intentado convertirme en ingeniero agrónomo. Pasé gran parte de mi infancia en un pequeño pueblo del interior, por lo que siempre me atrajo todo lo relacionado con el campo, la producción agropecuaria y el uso sostenible de los recursos naturales. También me interesó la medicina, por el deseo de ayudar a las personas a mejorar su salud.
¿Qué superpoder pensás que tenés o te gustaría tener?
Creo que mi superpoder es la memoria: tengo una gran facilidad para recordar caras, conversaciones y detalles, lo que me ayuda mucho en lo profesional a conectar rápidamente personas, contextos e información.
¿Qué te gustaría hacer en el futuro que hoy todavía no pudiste?
En el futuro me gustaría formar una familia y tener hijos. Siento que sería una etapa muy enriquecedora, que complementaría lo profesional con una dimensión más personal y profunda.
¿Tenés un talento oculto que pocos conocen?
Además de que me gusta, reconozco que soy bastante bueno jugando al truco. La victoria en cada partido depende de la capacidad de negociación, la persuasión y la lectura precisa de los oponentes. Además, el juego desarrolla una gran destreza comunicacional con el compañero de equipo y, por supuesto, el intento de “pescar alguna seña” de los contrincantes.
¿Qué te ayuda a mantener los pies en la tierra?
Sin dudas, el voluntariado. A lo largo de mi vida he puesto mi granito de arena ayudando en ONGs, iglesias e instituciones pro bono. Pasar tiempo en ese entorno me recuerda constantemente que la vida real se mueve mucho más rápido que la agenda laboral diaria, y que la mayoría de los problemas no tienen soluciones binarias. Eso me ayuda a mantener una perspectiva de humanidad y practicidad cuando vuelvo a abordar temas legales complejos.
¿Qué serie recomendarías sin dudar?
La mejor: Law & Order (SVU). Al día de hoy si engancho algún episodio, me quedo mirándolo (aunque ya lo haya visto). Lo que me encanta de esta serie es que, en lugar de enfocarse solo en la resolución policial, dedica tiempo crucial a la fase del juicio, exponiendo los complejos desafíos que enfrentan los fiscales y las víctimas cuando la evidencia es ambigua o los protocolos fallan. La hace especial la forma en que ha evolucionado a lo largo de los años para reflejar los cambios en la sensibilidad social y la jurisprudencia..
¿Qué música suele acompañarte en tu rutina?
Cuando voy manejando hacia el trabajo, me gusta arrancar con un rock de los 80 y 90 (U2, RHCP o Guns N’ Roses). Mientras trabajo no suelo escuchar música (salvo en ocasiones algo de música clásica minimalista), y en tiempos de ocio o vida social soy ultra flexible, adaptándome desde “cachengue” hasta la electrónica.
¿Qué artista, personaje o referente cultural te inspira?
Mi admiración por el Papa Juan Pablo II nace, en primer lugar, porque su figura está profundamente ligada a mi fe católica. Demostró cómo los principios de la fe pueden convertirse en una fuerza concreta de mediación y paz a escala global, como lo hizo en su papel crucial en la mediación entre Argentina y Chile en el conflicto del Beagle.
¿Qué cosas cotidianas te hacen feliz?
Ver el atardecer me hace feliz porque funciona como un marcador natural de transición. Me recuerda que, sin importar cuán exigente haya sido el día, siempre hay un cierre y una oportunidad de comenzar de nuevo.
¿Qué haces para desconectarte o recargar energías?
Me gusta jugar al tenis o al pádel. Si no se consigue quórum, voy al gym. Creo que el ejercicio es clave porque ayuda a despejar la mente y mantenerse en forma.
¿Qué te da orgullo?
Mi mayor orgullo no radica en la celebración de un éxito puntual, sino en la disciplina y la perseverancia sostenida que demuestro día a día. Me enorgullece mi capacidad para mantener el compromiso a largo plazo, entendiendo que los resultados significativos son la suma del esfuerzo diario y la constancia metódica, incluso en las etapas donde la motivación escasea.
¿Qué dispositivo y app usás más y por qué?
Uso principalmente el iPhone y la app que más utilizo es WhatsApp, porque es mi forma de comunicarme con amigos y familiares. Además, ya se volvió una herramienta cotidiana para todo: desde reservar una mesa en un restaurante hasta pedir un turno médico.
¿Cómo te llevás con la inteligencia artificial?
Me apasiona muchísimo. Desde hace un tiempo sigo sus avances y exploro cómo puede aplicarse en lo cotidiano, tanto en el trabajo como en la vida personal. Creo que la IA marcó un antes y un después en la forma en que pensamos, resolvemos problemas y organizamos nuestras tareas. Lo que antes requería horas hoy puede resolverse en minutos, y eso nos obliga a repensar el valor del tiempo, la creatividad y la toma de decisiones humanas. Más que una herramienta, la veo como un cambio de paradigma que recién empezamos a comprender.
¿Qué te genera más ansiedad: los correos sin responder o el WhatsApp explotado?
Diría que están empatados, aunque en penales ganan los correos sin responder. El correo electrónico representa compromisos formales y tareas pendientes que requieren resolución, mientras que un mensaje de WhatsApp muchas veces se liquida con un monosílabo o un emoji.
¿Qué profesión te intriga aunque no la ejercerías nunca?
La veterinaria. Mi intriga nace de una profunda admiración y amor por los animales, que para mí son una expresión de vulnerabilidad y lealtad. Respeto enormemente a quienes ejercen esa profesión (incluso tengo amigos veterinarios), pero sé que no tendría la fortaleza emocional para tomar las decisiones difíciles que enfrentan. Podría dedicarme a sanar, pero no tendría la serenidad para operar o lidiar con la pérdida de un animal.
¿Un lema que te identifique?
'Against All Odds', contra viento y marea. No es solo una frase, sino una mentalidad que refleja mi compromiso inquebrantable con la perseverancia.
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