La crisis desatada por la creación del Fondo del Bicentenario tiró por la borda las expectativas de las provincias de conseguir financiamiento mediante la toma de créditos; esto fue debido a que la plaza no cuenta con fondos suficientes para abastecer préstamos. La solución parece estar del lado de la colocación de bonos a proveedores, como ya ensaya la Provincia de Buenos Aires. El objetivo se centra en crear un mercado en el que poder negociar estos instrumentos. Las posibilidades que se han propuesto son dos: transarlos como si fueran cheques de pago diferido mediante el pago de una tasa de interés, o crear fideicomisos financieros con esos bonos. Con respecto a la frustración de conseguir dinero barato en créditos fue sufrido primeramente por Mendoza. La provincia había autorizado un endeudamiento por $ 420 millones para cubrir gastos corrientes, pero no tuvo eco la licitación por la que pretendía recaudar una importante suma de manera inmediata. Por su parte, la provincia de Buenos Aires fue pionera en la emisión de bonos a proveedores por $ 850 millones para saldar las deudas de 2009. Resta esperar que los municipios se sumen a la iniciativa y comiencen a cancelar sus obligaciones con la misma modalidad, siendo de destacar que ya algunas ciudades han pedido asesoramiento a la provincia sobre el tema. Buenos Aires se encuentra en una situación complicada, ya que cuenta con un déficit de más de $ 5.000 millones, siendo urgente conseguir financiamiento para afrontar gastos corrientes.