Un tribunal de San Petersburgo, Rusia, le presentó a Madonna millonarias demandas de compensaciones por un total de 10 millones de dólares, tras el recital que la cantante brindó en el país asiático.

Las demandas, que también fueron extendidas hacia los organizadores del concierto ofrecido por Madonna, corresponden a “daños morales” al hacer propaganda de las uniones homosexuales en la antigua capital rusa.

Cabe señalar que días antes del show, políticos y funcionarios ya habían declarado en contra de la cantante. "Varias de esas personas estuvieron en el concierto, otras vieron reportajes en los medios informativos", sostuvo el representante legal de los demandantes, Pochúev.

Por su parte, Madonna había sostenido durante el show lo siguiente: "Queremos luchar por el derecho a ser libres. He viajado mucho por el mundo y veo que la gente es cada vez más intolerante, pero podemos cambiar esto. Tenemos la fuerza para ello".

Este altercado se presenta en una ciudad que ya había tenido problemas con la libertad de expresión y artística. Allí, en San Petersburgo, se aprobó una ley que castiga la propaganda de la homosexualidad entre los menores, acción fuertemente debatida a nivel mundial.