En el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, existen casi 300 leyes que no se encuentran siendo aplicadas o se usan parcialmente, debido  a que el Ejecutivo no estableció los mecanismos para que se instrumente o lo hizo parcialmente. Tal situación, surgió de un informe elaborado por la legisladora de la Coalición Cívica, Diana Maffia,  donde surge que de las 3.059 leyes sancionadas por la Legislatura, desde que la ciudad concretó su autonomía en 1996, existen 287 que nunca pudieron ser  utilizadas, debido a que las mismas nunca fueron reglamentadas por los jefes de Gobierno. Entre las leyes sin reglamentar, se destacan la Nº 2.598 de Salud Escolar, en la que se obliga a que se realicen exámenes de salud en forma periódica a todos los alumnos de las escuelas porteñas, ya sean públicas o estatales. Desde el ministerio de Educación, argumentaron que se encuentran trabajando en la reglamentación de la ley de Salud Escolar, pero sostuvieron que se hizo evidente la falta de aspectos legales esenciales de una Ley Integral de Salud Escolar. Otras de las leyes que no fue reglamentada, es la Nº  1.878, del plan de Ciudadanía Porteña, donde se establece la entrega de un subsidio para familias carenciadas. A pesar de no encontrarse reglamentada dicha normativa, desde el Ministerio de Desarrollo Social, sostuvieron que el plan se lleva adelante, asistiendo a más de 68 mil hogares por mes. La ley Nº  2.2219, la cual había sido sancionada en el año 2006, establecía que en no más de dos años desde su promulgación, todas las plazas, debían tener juegos adaptados para chicos discapacitados, la cual aún no fue reglamentada. La misma situación, ocurre con la ley Nº  733 donde se establece que en el mobiliario urbano debe haber un espacio libre para poner fotos de niños desaparecidos. La legisladora autora de la investigación, afirmó que la no reglamentación de las leyes es una mala práctica de la política. Con relación a ello, Maffia tiene presentado dos proyectos de ley con el fin de fijar un plazo para reglamentar las leyes, evitando que las mismas queden en la nada.