La Cámara Federal ratificó el procesamiento por estafa que había sido dictado por el juez federal  Norberto Oyarbide, sobre un hombre que pidió un préstamo utilizando para ello el documento de su hermano. En el presente caso, un hombre llamado César Bobadilla, había solicitado un préstamo personal al Instituto de Ayuda Financiera (I.A.F) para pago de retiros y pensiones militares del Ministerio de Defensa de la Nación, utilizando para ello el documento de identidad de su hermano, de nombre Félix con el fin de hacerse pasar por él. Según explicaron los camaristas Jorge Ballesteros, Eduardo Freiler y Eduardo Farah, para que se produzca la estafa “es necesario que el autor del delito, mediante la introducción de un ardid idóneo, haga incurrir a otro en error, quien de ese modo efectúa una disposición patrimonial que le ocasiona un perjuicio también de contenido patrimonial”. En su indagatoria, el acusado rechazó que su accionar hubiera consistido en una estafa, sosteniendo que si bien utilizó el documento de su hermano para obtener el préstamo, luego de que le fuesen descontados dos cuotas del préstamo del sueldo de quien figuraba en el documento, decidió cancelar la totalidad del crédito. Al ratificar el procesamiento, los camaristas sostuvieron que en el presente caso, el delito se produjo en el momento en que el I.A.F le entregó el dinero del crédito solicitado. Ante la defensa esgrimida por el imputado sobre la posterior cancelación del crédito, los camaristas sostuvieron que la devolución efectuada con posterioridad a que la maniobra se descubriera, no elimina el delito, debido que el pago posterior no posee efectos retroactivos, ni puede ser tomado como un desistimiento activo, debido a que el delito se encuentra consumado.