El Gobierno enviará al Congreso entre esta noche y mañana los principales lineamientos del proyecto de Ley de Presupuesto para el año próximo, mientras que el viernes el ministro de Economía, Amado Boudou, realizará ante los diputados la presentación formal de la norma que estipula las líneas directrices de la política económica de la administración de Cristina Fernández de Kirchner durante 2010. Trascendió que el documento no incluye modificaciones sustantivas en ninguno de los impuestos con alta incidencia en la recaudación tributaria. Así, el Gobierno dejaría intactas las alicuotas del IVA, Ganancias, impuesto al cheque y retenciones a las exportaciones. El dólar promedio para el año próximo fue estimado en torno al $ 4,20 con un crecimiento del PBI de alrededor del 3%. Asimismo, la inflación oficial se ubicaría en las inmediaciones del 7%. Por estas horas, Boudou junto a un equipo de técnicos de las secretarías de Política Económica y Hacienda está terminando de definir los últimos detalles de la ley, que fueron trabajados a destajo durante el fin de semana por el ministro y sus colaboradores más cercanos en Mar del Plata, su ciudad natal. La decisión de no modificar el esquema tributario –más allá de los ya anunciados beneficios para los pequeños productores de trigo y maíz– implica que por el momento quedaría relegadas las iniciativas que tienen varios bloques legislativos (incluido el oficialista) para gravar la renta financiera con el objetivo de lograr una estructura impositiva más progresiva. Según los cálculos del equipo económico, un impuesto de tal naturaleza en el actual contexto generaría escasa recaudación adicional, pero en contraposición acarrearía el riesgo de un deterioro en el clima de negocios justo cuando el Gobierno brega por aminorar la fuga de capitales y recuperar la confianza de los mercados, para poder volver a emitir un bono en el exterior. El superávit fiscal primario que surgiría del proyecto de Presupuesto 2010 que verá la luz en las próximas horas estaría levemente por debajo del 1% del PBI, porcentaje inferior al de años anteriores. Responde a la necesidad de realizar políticas contracíclicas mediante un mayor estímulo al gasto público para sostener el nivel de actividad y recuperar la senda del crecimiento económico. El análisis del Presupuesto tradicionalmente se inicia con una presentación pública del ministro de Economía, en donde éste define los parámetros sobre los cuales se ha construido el proyecto y cuáles son las perspectivas para el año próximo. Después se suceden una serie de debates por los que desfilan todos los funcionarios involucrados en su elaboración. Se trata de una de las leyes más importantes de cara al último trimestre del año, porque refleja los lineamientos de la política económica en 2010. En paralelo al Presupuesto, el Gobierno impulsa cambios en la Ley de Responsabilidad Fiscal, una norma que establece pautas presupuestarias que deben cumplir las provincias con el objetivo de mantener una posición de caja sustentable. La iniciativa oficial, que ya ingresó al parlamento, está pendiente de debate por parte de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Diputados. Estas modificaciones apuntan a dotar a las provincias de mayor flexibilidad para hacer frente al deterioro en sus finanzas en un contexto de marcada desaceleración en el nivel de actividad, con su consecuente correlato en los ingresos fiscales. En particular, se busca cambiar dos artículos de esta ley. Primero, eliminar el tope de endeudamiento de 15% de los ingresos fiscales. Y, segundo, habilitar la reasignación de partidas orientadas a gastos de capital hacia gastos corrientes para hacer frente al pago de salarios de los empleados públicos. Fuente: Cronista.com